S. Bonavida Ponce nos visita para presentar su último trabajo hasta el momento: la biografía del campeón de boxeo José María Guerrero, Guerrero. Antes de que suene la campana, con prólogo de Emilio Marquiegui.
Guerrero. Antes de que suene la campana nos habla de la vida de José María Guerrero, campeón de España y campeón del Mundo Hispano de boxeo. ¿Es la primera biografía que escribes? ¿Cómo lo has afrontado?
Hola y muchas gracias por darme este espacio para poder hablar sobre la biografía de Guerrero. Sí, ha sido mi primera biografía y supuso un reto, sobre todo, en los estadios iniciales, ya que tuve que realizar un intenso trabajo previo de documentación sobre cómo crear un texto no ficcional que tratara sobre la vida de una persona.
¿Te ha costado pasar de escribir novela a una obra de «no ficción»?
En mi caso, así fue. En la ficción tienes la libertad creativa para cambiar, en un determinado momento, y si así lo requiriere el libro, la trama, la actuación de un personaje, un dato, una fecha, hasta la escaleta entera si fuera necesario, pero, ¿cómo puedes cambiar la linealidad narrativa de una vida con hechos inamovibles? Como comenté en la primera presentación del libro, en el salón de actos del ayuntamiento de La Llagosta, por suerte, el último punto del decálogo de Anna Caballé sobre qué es una biografía me dejó bastante más tranquilo. Y, después, únicamente fue trabajo y más trabajo.
Ha sido un trabajo de cuatro años ¿cómo ha sido en proceso de escritura?
Afronté la escritura como una oportunidad de acercarme a un mundo que desconocía y del que José María me desmontó muchas de las creencias que tenía en torno al mundo boxístico. Durante los primeros cuatro años, quedábamos presencialmente tres o cuatro veces al mes. Guerrero me narraba cronológicamente sus vivencias y yo las transcribía en Word. Ese tiempo también me permitió conocerle mejor y ver la noble persona que es. No hubiera escrito sobre alguien que no considerara buena persona. Después, al llegar a casa, por la noche y en los días posteriores, pasaba a limpio las notas y contrastaba la información con las diferentes fuentes para añadir las referencias y los apuntes históricos y biográficos adecuados.
¿Conocías el mundo del boxeo previamente?
La única noción que tenía, un tanto romántica, debo reconocer, era sobre lo que había visto y leído en películas y libros. Lo que descubrí al conocer a José María fue algo completamente diferente. El boxeo es un mundo sobre el que giran muchos prejuicios, la mayoría injustos, y ver el lado humano y el sacrificio de los boxeadores me hizo acercarme con más ilusión.
¿Has descubierto algo sobre este deporte y lo que le rodea que te haya sorprendido?
Sí y citaré palabras del propio Guerrero: «pelearse está al alcance de cualquiera; boxear, no». El prejuicio latente en torno al boxeo es que es una disciplina violenta, sin embargo, nadie dice lo mismo de otros deportes de contacto. Da la sensación de que cuanto más oriental es una disciplina de contacto más exótica es y, por ende, menos peligrosa. Del boxeo descubrí que requiere gran dominio y autocontrol, una enorme capacidad de trabajo (entrenos y más entrenos) y técnicas que solo se adquieren con la práctica continuada de, en muchas ocasiones, una vida entera. Las películas, sobre todo las de Hollywood, han hecho mucho daño a esta disciplina milenaria. En los combates de José María Guerrero solo observé personas entregadas a su disciplina. En cuanto la campana sonaba o el árbitro lo indicaba, ambos contendientes paraban en seco el combate.
El padrino del libro ha sido César Córdoba, cuatro veces campeón del mundo de kickboxing y campeón de España de boxeo.
Otro gran campeón. Guerrero, a lo largo de su dilatada carrera, se ha entrenado con otros grandes boxeadores que, como él, aman la disciplina que profesan. Conocer a César Córdoba, una persona tan cercana, con sus muchos títulos a las espaldas, y que resulta uno más de nosotros, te hace entender las disciplinas de contacto y las personas que las integran de otra manera.
Parte de las ventas se destinará a la Fundació Catalònia, ¿por qué precisamente ellos?
Un año antes de la publicación, Guerrero planteó la idea de que parte de las ventas del libro ayudaran a alguna causa noble. La idea me encantó y, después de comentarlo con Ediciones Letraheridas, la idea acabó por cuajar entre todos los implicados. En lo personal, coincido con la visión de Guerrero de ayudar al máximo a nuestro entorno y a las personas. Fundació Catalònia es de ámbito local y está cerca de las poblaciones donde vive Guerrero, ayudarlos a ellos era un paso generoso, uno de los tantos que ha dado Guerrero en su vida, y que gracias a la generosidad de la editorial hemos podido llevar a cabo.
¿Estás trabajando en algún nuevo proyecto?
Tengo una obra, de ficción, que fusiona teatro griego antiguo con una visión muy particular mía de un mito griego, además, y aunque no es nuevo, continúo con la maquetación de la Revista Letraheridos/Letraheridas (7 años) y escribo artículos periódicamente en ella. Hace poco acabé un curso de corrección y estilo en la editorial Cálamo y Cran (necesario reciclaje); y, por supuesto, sigo al pie de nuestra amada Resistencia Literaria, aunque la distancia física es grande, el sentimiento literario y emocional es cercano. Muchas gracias por esta entrevista y por permitirme tener voz.
Gracias a ti por acompañarnos.