La doctora Valentina Stamati nos habla de su libro Regula tu estrés, encuentra tu equilibrio en el que da consejos para reducir el estrés y mejorar la salud con un enfoque práctico y ameno.
¿Cómo y por qué nació este libro, Regula tu estrés, encuentra tu equilibrio?
Este libro nació como un reto personal y profesional. La editorial se puso en contacto conmigo y sentí que era el momento ideal para profundizar, investigar y escribir sobre un tema que veo a diario en consulta y que, además, he experimentado en mi propia vida. Para mí, el proceso de creación fue un camino de búsqueda, entendimiento y sanación. El estrés —y específicamente el cortisol— afecta cada sistema del cuerpo, y necesitaba plasmar de manera científica y accesible cómo podemos regularlo y recuperar el equilibrio.
¿Por qué es tan importante el cortisol?
El cortisol es una hormona absolutamente esencial para la vida. Sin cortisol no podemos sobrevivir. Es clave para regular la glucosa, modular la inflamación, sostener la tensión arterial, responder al estrés y, en términos muy simples, permitirnos levantarnos de la cama cada mañana. El problema no es el cortisol en sí, sino los desequilibrios: niveles crónicamente elevados o niveles insuficientes pueden alterar múltiples funciones fisiológicas. Regular es fundamental para preservar la salud integral.
Seguimos viviendo con el piloto automático. Después de la pandemia, ¿ha notado algún cambio? ¿Sirvió esa parada forzada?
Creo que sí hubo un cambio en muchas personas. La pandemia obligó a detenernos de forma abrupta, y esa pausa permitió a algunos replantearse prioridades. Sin embargo, lo que observo con más frecuencia es que seguimos viviendo en piloto automático hasta que algo nos obliga a parar: un síntoma persistente, una enfermedad, un agotamiento extremo. Lamentablemente, muchas veces esperamos llegar al límite para escuchar al cuerpo. Mi labor es enseñar que no debemos esperar a un evento crítico para actuar.
Cada vez se promueven tendencias irreales sobre el envejecimiento, que generan presión y frustración. ¿Cómo afrontarlo?
Es fundamental cambiar el foco. No deberíamos aspirar a «evitar» el envejecimiento, sino a promover un envejecimiento saludable. El paso del tiempo es fisiológico e inevitable, pero sí podemos influir en cómo llegamos a esa etapa. Existen herramientas basadas en estilo de vida —alimentación, descanso, ejercicio, regulación del estrés— que permiten sumar años de calidad, no solo cantidad. El objetivo no es negar el envejecimiento, sino vivirlo con salud, funcionalidad y bienestar.
También vemos un exceso de recomendaciones sobre autocuidado que puede generar ansiedad. ¿Qué opina?
La clave es el equilibrio. Debemos discernir qué hábitos aportan a nuestra salud y cuáles son imposiciones que aumentan la autoexigencia y, por tanto, el cortisol. No se trata de hacerlo todo, sino de hacerlo bien. Para mí, las prioridades son claras: una alimentación antiinflamatoria, un descanso adecuado y movimiento regular. Estos pilares, realizados con flexibilidad y sin culpa, tienen el mayor impacto en la salud. Exigirnos perfección sólo nos aleja del bienestar.
En redes sociales circulan consejos de salud sin evidencia. ¿Cómo distinguir lo razonable de lo infundado?
Vivimos expuestos a un exceso de información, y no toda es rigurosa. Desde dietas extremas hasta protocolos sin base científica, es normal que las personas no sepan qué elegir. Lo esencial es entender que no existe un único enfoque válido para todo el mundo. Hay principios generales que benefician a la mayoría, pero la salud debe individualizarse. Mi recomendación es siempre contrastar la información con profesionales cualificados y buscar sustento científico antes de aplicar cualquier cambio importante.
También se han multiplicado los consejos sobre la menopausia. ¿Qué recomendaría para no caer en desinformación?
Me parece positivo que se hable cada vez más de la menopausia, porque durante años ha sido un tema tabú. Es una etapa fisiológica, no una enfermedad, y puede vivirse con plenitud si llegamos a ella preparadas. Sin embargo, es cierto que también se ha convertido en un nicho de negocio. Mi consejo es acudir a información rigurosa y profesional, y evitar soluciones milagro o generalizaciones. La menopausia merece abordarse desde la evidencia científica y con un enfoque integral y personalizado.
¿Por dónde debería empezar alguien que quiere cuidarse más pero tiene poco tiempo?
Recomiendo iniciar por los pilares que realmente marcan la diferencia:
Alimentación antiinflamatoria real y sencilla: no requiere preparaciones complejas; sólo alimentos nutritivos que aporten proteínas, grasas de calidad e hidratos de carbono adecuados. Comer bien es más simple de lo que solemos pensar.
Descanso: reducir exposición a pantallas por la noche, mejorar la higiene del sueño y respetar ritmos circadianos.
Movimiento: no es necesario realizar entrenamientos intensos; basta con moverse diariamente y priorizar ejercicios de fuerza, que son una herramienta antiinflamatoria potentísima.
Estos pilares son gratuitos, accesibles y altamente efectivos. La suplementación puede ser un apoyo, pero siempre después de establecer las bases y acompañada por un profesional.
¿Tiene pensado seguir escribiendo? ¿Está trabajando en algo nuevo?
Me encantaría seguir escribiendo en un futuro, pero ahora estoy disfrutando este proyecto recientemente culminado. Quiero darme un tiempo para descansar, vivir el proceso, divulgar el contenido del libro y participar en eventos y actividades de educación en salud. Más adelante, si todo fluye, sí me gustaría embarcarme en un nuevo proyecto editorial.