Comenzamos una serie de entrevistas, que aparecerán periódicamente en nuestra web, con un invitado, Marcos Callau, poeta y socio fundador del Ateneo Jaqués.
¿Desde cuando sabes que querías ser poeta?
Desde que los sentimientos fueron más potentes que el pensamiento. Desde que advertí que no existía manera de canalizar ciertas emociones que, de otra manera, quedarían irremediablemente inéditas, muriendo antes de nacer. Desde que me dijeron que era el género literario más minoritario.
Háblanos un poco de tu obra. ¿Cuantos libros tienes escritos? ¿Y publicados?
Creo que es tan anecdótico que temo no alcance el estatus de «obra». Aún así, comentaré que en 2013 publiqué Concierzo de viento (12 poemas + 1 vendaval) (Chiado Editora) y la plaquette La ciudad desnuda (Cordelería ilustrada) , ambos, selecciones de poemas urbanos. Anteriormente habia publicado una colección de relatos breves titulada Jazzmen con Cartonerita Niña Bonita. He colaborado con numerosas publicaciones digitales y en papel y participo en algunas antologías. Actualmente preparo tres poemarios. Habitualmente publico mis poemas y relatos en mi blog: El tiempo detenido De hecho, reconozco que el universo blog fue el que me impulsó a hacer públicos y compartir mis primeros poemas. Una de las ventajas de las redes sociales, sin duda.
¿Has trabajado con editoriales? ¿Cual es tu experiencia con ellas?
Creo que resulta necesario diferenciar a las editoriales de aquellas empresas que son una mera copistería intentando engañar al principiante autor novel. Una editorial cree firmemente en una obra y por tanto, arriesga su presupuesto en ella. Si esta condición no se cumple, no podemos hablar de editoriales. Hasta la fecha puedo decir que mi experiencia ha sido positiva en cuanto a los editores con los que he trabajado. Creo también que, desde las instituciones, es necesario ayudar a estas editoriales que realmente creen en la obra de sus autores. Impulsar su trabajo y que puedan continuar existiendo en unos tiempos tan difíciles como los que ahora se presentan tanto para el mundo editorial como para el mundo literario en general.
¿Crees que las nuevas tecnologías favorecen la difusión de la obra de autores independientes o por el contrario, genera más «ruido» y hace más difícil destacar?
Las redes sociales han servido en bandeja de plata el reinado de la prisa y la inmediatez en detrimento del pensamiento. Esto se puede comprobar fácilmente en Twitter, por ejemplo. Por no hablar del retorno de la censura, tomando hoy una nueva y reluciente máscara que cubre el rostro siniestro de siempre. Antes me he referido al universo de los blogs que, por otro lado y en esta vorágine digital que nos acosa en que una novedad se convierte en algo viejo al segundo siguiente de nacer, parecen haber entrado ya en desuso. En cualquier caso, hay que decir que la llegada de los blogs y su auge permitió que muchos autores noveles jóvenes, sin necesidad de acceder al mundo editorial, dieran a conocer su obra, haciéndola pública y compartiéndola con nuevos lectores que sustituían el libro tradicioal por la lectura digital. Esta herramienta facilitó el desarrollo de una nueva manera de entender la publicación. Creo que fue una experiencia positiva que, sin embargo, entrañaba el peligro lógico del «todo vale». Asi que en los blogs podíamos encontrar de todo. Mucho ruido, como dices en la pregunta. Pero también muchos autores interesantes que sin los blogs y las redes sociales quizá hubieran quedado inéditos. Por último y a este respecto quiero decir que no creo que el libro tradicional de papel pueda ser sustituido nunca por una soporte digital, por muchas razones. Pero este soporte digital sí es una gran herramienta de difusión.
El pasado día 19 de enero se presentó en Barcelona El eco de los libres, revista del Ateneo Jaqués, ¿por qué ahora esta aventura de una nueva revista?
Precisamente por todo lo que he comentado al principio de la respuesta anterior. Precisamente, para contrarrestar ese imperio de la inmediatez y de la prisa que parece haberse instalado en Facebook, en Twitter, en las redes sociales, en los blogs y por tanto en una sociedad que vive pegada a una pantalla. El eco de los libres nace como el órgano de difusión cultural del Ateneo Jaqués, un ateneo científico, artístico y literario nacido en Jaca, en pleno siglo XXI, para recuperar los valores y fundamentos de aquellos ateneos de finales del XIX que devolvieron la cultura para el pueblo. El eco de los libres es una revista de cultura y pensamiento crítico. Es una invitación para detenerse en una lectura. Arrojar la luz sobre el pensamiento. Es una pausa en esta sociedad vertiginosa de la prisa y la locura. Creemos que era necesaria una publicación de estas características que, además, no se pueda encontrar en soporte digital. No descartamos comenzar a publicar algunos números digitalmente pero quizá como mera anécdota y para llegar a un sector del público lector que, de otra manera, no conocería la revista. Pero cualquiera que sostenga entre las manos un ejemplar de El eco de los libres comprenderá por qué una revista de estas características debe publicarse en papel y no en soporte digital. Es una publicación con una factura tan cuidada que casi podríamos hablar de revista-objeto. Además, sus holgadas dimensiones, el papel empleado, las fotografías… son características que solo podemos apreciar en su total dimensión a través del formato de publicación tradicional. Desde luego, emprender ahora la publicación de una revista cultural es toda una aventura quijotesca. No obstante, Aragón es tierra de revistas culturales. Rolde, Andalán, Pasarela, Almunia, Turia, son ejemplos que nos preceden. A nivel nacional podemos hablar de Ínsula, Qué leer, Eñe. Creo que la revista cultural es una publicación a fomentar y cada dia se hace más necesaria.
Suena muy bien. Por otra parte, el cine es otra de tus grandes pasiones y tienes un blog dedicado a Frank Sinatra. Entre esto y la poesía, ¿cuales son tus proyectos futuros?
Como he dicho anteriormente, preparo tres poemarios, precisamente uno de ellos dedicado a algunas canciones escogidas de la amplísima discografía de Frank Sinatra, que me han marcado profundamente. Lo mío con Frank Sinatra se puede tildar de obsesión. Sin ningún tipo de vergüenza. Lo reconozco. Ya cuando era niño disitinguía algo especial cuando en el tocadiscos de casa sonaba alguna canción de Frank Sinatra. Algo que, por otro lado, era muy habitual. En mi infancia me acompañaron las voces de Sinatra, Bing Crosby, Nat King Cole, las big bands norteamericanas como Glenn Miller o Tommy Dorsey, Louis Armstrong, Ella Fitzgerald, Billie Holiday, Henry Mancini… Creo que, sin pensarlo o de manera deliberada, mi familia estimuló mi sensibilidad auditiva y ahora me he convertido en un melómano empedernido. Desde hace más de una década estúdio la vida y la obra de Frank Sinatra. Publico algunos artículos en mi blog: Francesco Alberto Sinatra. También he organizado una exposición artística colectiva dedicada a Frank Sinatra que durante este año va a moverse de manera itinerante por el territorio nacional. En cuanto al cine, me sucedió de manera muy parecida a la música. Desde pequeño, en la televisión de mi casa podía ver Casablanca, ¡Qué bellos es vivir!, Atraco perfecto, El sueño eterno, Laura, Retorno al pasado, Cautivos del mal, Los sobornados, El crepúsculo de los dioses, Arsénico por compasión, Atraco a las tres, Viridiana… y un largo etcétera de obras maestras del cine que ha sido llamado habitualmente «clásico». Yo lo llamaría cine, a diferencia de lo que se proyecta hoy en día en las cada vez más inusuales salas. Por terminar de hablar de los proyectos futuros, diré que preparo una visión personal sobre Frank Sinatra y que continuamos trabajando en el número tres de El eco de los libres que aparecerá en el próximo mes de julio.