Hoy tenemos con nosotros a Karen Peralta, autora de El Recuerdo del Olvido (Editorial Roca).
El título de la novela es en sí mismo un oxímoron: El Recuerdo del Olvido. ¿Qué pretende expresar con ese juego de palabras?
Reza un dicho que “recordar es volver a vivir”. Precisamente de eso se trata la novela, de rescatar aquello que fue olvidado. El objetivo de esta obra es revivir las historias de esas extraordinarias mujeres que sirvieron como enfermeras de combate durante la II Guerra Mundial.
En su nota introductoria explica que el proceso de escritura también lo ha sido de mucha introspección. ¿Se refiere a aportar en buena medida sus experiencias personales para complementar los datos bibliográficos fruto del trabajo previo de documentación?
Así es. Esta novela es el resultado de muchísimo amor: a las letras, a la vida, al pasado, a mis aficiones, a las historias de estas mujeres a quienes llegué a admirar profundamente. Le dediqué tanto tiempo a esta obra que durante algún tiempo comía, vivía y dormía pensando a las voluntarias. La obra tiene tanto de mí como de ellas.
Si me permite el símil, en toda película los actores y actrices secundarios resultan imprescindibles para la comprensión de la obra. ¿Cree que sucede lo mismo con los acontecimientos históricos?
Por supuesto, eso es justamente lo que más me apasiona de la historia. Cuando uno la estudia desde una perspectiva lejana, se da uno cuenta de que todo, absolutamente todo, hasta los hechos que podrían parecer intrascendentes, han jugado un papel fundamental en el desarrollo del evento que se esté observando. Por ejemplo, hablando de la II Guerra Mundial, sin la depresión de los años 30, ni Hitler ni el nazismo habrían tenido audiencia, nunca hubieran llegado al poder y la guerra jamás habría estallado.
¿Cuánto hay de realidad y cuánto de ficción en la novela?
El contexto histórico es real: las batallas, los escenarios, los bombardeos y las fechas que sirven de guía son eventos verídicos. Las personalidades de las cuatro voluntarias, sus vivencias dentro de la Cruz Roja y sus actividades de servicio están construidas con base en ciento cincuenta testimonios de enfermeras que sirvieron bajo el comando de la Cruz Roja Británica y la Armada Naval de los Estados Unidos. Hay mucho realismo en el detalle, sin embargo, los cuatro personajes son completamente ficticios, particularmente las partes que atañen a su niñez y adolescencia. El personaje de Luciana lo es también y se formó con vivencias de las mujeres de mi vida: mis grandes amigas.
En los libros de historia los protagonistas suelen ser varones salvo algunas excepciones. ¿Hasta qué punto cree que puede ser determinante el papel de las mujeres aún sin estar en primera línea?
Yo creo que las mujeres siempre han estado en la primera línea, a la par de los varones, desafortunadamente la historia ha decidido reflejar las hazañas de los hombres, quizás porque la participación de las mujeres ha sido más sutil debido a los roles a los que siempre han sido relegadas, pero la realidad es que ellas también han empuñado espadas, fusiles y cualquier otra arma y su papel ha sido determinante en el desarrollo de los eventos históricos de mayor envergadura. Sólo por dar un ejemplo, la conquista de los pueblos mexicas sería inexplicable sin la intervención de Malinalli, mejor conocida como La Malinche, quien sirvió como intérprete, consejera e intermediaria a Hernán Cortés. La conquista de América cambió para siempre el rumbo de la historia universal, ésta sería inconcebible sin la intervención de una mujer. Como este ejemplo hay millones, nada más hay que buscarlos bien.
¿Se puede deducir de la novela que los vínculos humanos más fuertes y duraderos son aquellos que se forjan compartiendo momentos dramáticos?
En mi experiencia ha sido así. Las relaciones más sólidas de mi vida se han forjado en la adversidad. Las calamidades tienen el don de mostrar lo mejor o lo peor de las personas, por eso, aquellos que se mantienen a tu lado en el mismísimo ojo del huracán son con quienes estableces los vínculos más resistentes.
Los hechos narrados en El Recuerdo del Olvido tienen lugar durante la Segunda Guerra Mundial. Habiendo nacido en México y residiendo actualmente en Alemania, ¿cree que la percepción del trágico episodio es distinta a uno y otro lado del Atlántico?
Definitivamente la percepción es distinta. En México la II Guerra Mundial es un hecho histórico que se lee en los libros y se aprende en la escuela, es algo ajeno, impersonal, lejano. En Alemania las cicatrices que dejó la II Guerra Mundial están por todas partes. Por ejemplo, en Hamburgo, mi ciudad hogar, es muy frecuente que cierren y acordonen avenidas o colonias enteras porque se ha encontrado otra bomba sin detonar. También hay miles de placas conmemorativas por toda la ciudad y no hay nadie mayor de cuarenta que no haya visto llorar a sus abuelos al recordar los eventos de la II Guerra Mundial. En Alemania la revivimos todos los días, está presente todo el tiempo.
¿Cree usted que las nuevas generaciones poseen un insuficiente conocimiento de los grandes acontecimientos históricos, que pueden llevar a la sociedad a volver a cometer errores del pasado?
Es una pregunta muy difícil de contestar porque pienso que las nuevas generaciones están sumamente polarizadas. Tenemos jóvenes muy comprometidos, sensibles y completamente conscientes de su entorno y legado histórico y, a la vez, muchachos que viven encapsulados en una burbuja tecnológica en la que sólo importa el número de seguidores.
Y para finalizar, ¿qué proyectos tiene previstos para el futuro?
En este momento estoy trabajando en dos proyectos: una segunda novela y una serie histórica para mi blog. La novela va muy bien, será también de corte histórico y con mucha acción. Se está desarrollando con mucho dinamismo y con personajes de los que me estoy encariñando muchísimo. La serie es preciosa; es una idea que surgió durante el confinamiento cuando comencé a hacer caminatas vespertinas. Un día me topé con una placa conmemorativa, me estremeció ver los nombres de las personas que habían vivido en ese edificio y la fecha en la que habían sido arrestados para posteriormente ser deportados fuera de Alemania a campos de concentración. Ahora dedico mis caminatas a buscar esas historias, investigarlas y narrarlas en mi blog a modo de serie.