Entrevistamos hoy a Begoña Gambín autora de novela romántica. Entre sus obras encontramos El dilema de Elsa, ¿Amor o conveniencia? o Desde el baluarte. Su última novela es Tú alteras mi mundo.
¿Cuando supiste que querías ser escritora?
Yo no comencé a considerarme escritora hasta que empecé a publicar. Hasta ese momento, para mí, escribir era un pasatiempo. No tenía como objetivo ser escritora, la verdad. Siempre he pensado que tener la suerte de que alguna editorial me eligiese para formar parte de su elenco de escritores era muy complicado, así que me conformaba con escribir por deleite personal. Eso sí, era un sueño oculto, pero la vida me llevó por otros derroteros hasta que me dio la oportunidad de publicar con Penguin Random House.
¿Cual es tu experiencia desde que escribiste tu primer libro hasta conseguir publicar?
Yo tenía otra vida, niños pequeños, otra profesión y mis pocos ratos libres los empleaba en leer y escribir. Cuando acababa un libro, lo aparcaba y comenzaba otro. Sin más pretensiones. Como he comentado en la anterior pregunta, a mí lo que me gustaba era escribir y no me planteé publicar hasta hace muy poco. Bueno, en realidad más que intentar publicar, lo que hice fue presentarme a algún certamen de novela y ahora no me arrepiento, porque gracias a eso hoy tengo el respaldo de la editorial. De todas formas, yo creo que la mayoría de los escritores comienzan como yo: un impulso irreprimible a escribir. Solo eso… Y nada más que eso.
¿Las nuevas tecnologías ayudan o perjudican a los autores que empiezan?
Estoy convencida de que ayudan y, además, mucho. Son una plataforma estupenda para darse a conocer, pero, sobre todo, es maravilloso poder estar en contacto con los lectores. Recibir de primera mano sus opiniones, compartir con ellos las novedades, los nervios ante una nueva publicación o las satisfacciones que recibo es muy, pero que muy gratificante.
¿Cuales son tus referentes a la hora de escribir?
¡Ufff! ¡Son tantos! Ten en cuenta que llevo cuarenta años leyendo de forma asidua. Podría comenzar por Agatha Christie, J. R. R. Tolkien, Carlos de Santander, José Luis Martín Vigil, Isaac Asimov, las novelas por entregas del siglo XIX (varios autores), Matilde Asensi, Corín Tellado, Arthur Conan Doyle, Alberto Vázquez-Figueroa, J.R. Ward, Pío Baroja, Arturo Pérez-Reverte, Paulo Coelho, Ken Follet, Johanna Lindsey, Julie Garwood, Ildefonso Falcones, Katherine Neville, Lisa Kleypas, Eduardo Mendoza, Antonio Gala y un larguísimo, pero que muy larguísimo etcétera. La lista es interminable. He crecido con ellos, me han hecho sufrir con las vicisitudes de Tom Builder y su familia, reírme con la comedia de enredos del Siglo de Oro, llorar con las desgracias de los folletines, amar cada página leída, sorprenderme con la imaginación de todos ellos, viajar por las estrellas, beber los vientos por Legolas y Aragorn, en definitiva, disfrutar leyendo. Todos ellos y cientos de autores más, son los responsables de que me gusten todos los géneros literarios y de que yo intente hacer mis pinitos en varios de ellos.
¿Qué hay de Elsa, la protagonista de El Dilema de Elsa, de su autora?
En Elsa y en todas mis protagonistas hay mucho de mí. De la mujer que soy o de la que me hubiese gustado ser. O, por el contrario, de la que preferiría no ser. Me gusta hacer mis personajes con distintos prismas, con personalidades que no sean uniformes en su totalidad, porque pienso que todos, en similitud de circunstancias, podemos reaccionar de distintas formas y no por ello dejamos de ser nosotros mismos. Depende mucho de la ocasión, de la o las otras personas implicadas y del estado de ánimo.
¿Te sientes más cómoda en el romance histórico, como en ¿Amor o conveniencia?, o en situando la trama en la época actual?
Me gusta variar y probar distintos géneros, pero he de reconocer que la novela histórica, sea romántica o no, conlleva una amplísima documentación además de un cuidado extremo en el lenguaje. Lo cual no quiere decir que el resto de géneros no implique documentación y atención en el lenguaje, por supuesto. A mí me apasiona la parte de la documentación, disfruto mucho de ella porque soy una incansable buscadora de información. Puedo pasarme horas y horas en google, enlazando de una web a otra, leyendo cualquier tipo de información que me haya llamado la atención. Internet, en mi caso, me ha abierto un mundo increíble donde intentar saciar mi hambre de conocimiento. Por ello, siempre procuro que, en mis novelas, haya una gran documentación por nimia que sea la mención de un dato o de un escenario. ¿Cómoda? Me siento cómoda con cualquier género, porque siempre escribo el que en esos momentos me apetece, por lo tanto, para mí es una gozada.
¿Tienes algún método de trabajo?
En cuanto a la forma de escribir, cuando tengo clara la historia en la cabeza, algo que puede estar ahí rondando durante meses, primero defino muy bien a los personajes. Hago unas fichas lo más exhaustivas posible sobre ellos y luego me gusta escribir unas pinceladas de los distintos capítulos y comenzar la documentación que se irá ampliando según lo voy necesitando conforme avanza la novela. Y para el momento de escribir, aprovecho cualquier rato libre que tengo para hacerlo, pero cuando más me cunde y más lo disfruto es frente al silencio y la tranquilidad de la noche.
¿Cuales son tus libros favoritos?
Cuando tenía dieciocho años leí por primera vez El señor de los anillos y se convirtió durante muchos años en mi libro favorito hasta que me di cuenta de que se había convertido en una costumbre en lugar de la realidad. Ahora necesitaría folios y folios para escribir todos mis libros favoritos. Para mí, cualquier libro con el que disfrute, que me provoque emociones o me descubra nuevos mundos, se convierte en mi libro favorito. Me sería imposible elegir entre los miles de libros que he leído.
¿Qué crees que se podría hacer para que la gente se anime a leer más?
Ni idea, la verdad. Yo no tengo la panacea, porque si fuese así, habría ido dando gotitas de ese remedio a todo aquel con el que me cruzase. Lo que sí que creo es que es mucho más fácil que una persona se convierta en lectora si se le ha potenciado desde muy niño, creándole hábitos de lectura. Yo no soy experta en educación infantil, pero por mi propia experiencia, pienso que lo que no se debe hacer nunca es forzar la lectura sobre un libro determinado, como por lo menos ocurría cuando yo estudiaba. Yo creo que es mucho más productivo si se elige individualmente o, por lo menos, se alternan.
Háblanos de tus proyectos.
Mi proyecto más inmediato se trata de una comedia romántica, Tú alteras mi mundo, que me ha gustado mucho escribir y que saldrá publicada el próximo mes de julio bajo el sello B de books de la editorial Penguin Random House, como el resto de mis novelas. Y ahora estoy escribiendo el primer libro de una trilogía de romántica actual que será publicado a principios del año que viene.