Mónica Gutiérrez: «Creo que falta más humor inteligente en la literatura del siglo XXI»


Nos acompaña en nuestro rincón de entrevistas del sábado Mónica Gutiérrez, exponente del estilo feelgood en España y autora de Un hotel en ninguna parte o La librería del señor Livingstone. Su última novela es Todos los veranos del mundo.

¿Qué es lo primero que recuerdas haber escrito?

Redacciones del colegio, poesía cuando era adolescente y mi primera novela, con veinte años. Solo conservo los poemas.

¿Y el primer libro que te hizo pensar: «esto quiero hacerlo yo»?

La sociedad literaria y el pastel de piel de patata de Guernsey, de Mary Ann Shaffer. Descubrí el feelgood británico, indagué en los orígenes de ese género literario y pensé que yo quería escribir justamente así. Quería que el lector se sintiese tan bien como me sentí yo después de cerrar esa maravillosa novela. Ese fue el momento en el que decidí que publicaría.

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¿Qué es la literatura feelgood?

Es un género literario de ficción que busca el bienestar del lector a través de los gestos más sencillos de la vida. Nació en Gran Bretaña durante la Segunda Guerra Mundial. La población civil lo estaba pasando fatal (seres queridos en el frente, bombardeos, restricción de libertades, cartilla de racionamiento, escasez de productos de primera necesidad, etc.) y cuando llegaban a casa desde el trabajo necesitaban olvidarse de todo ese horror. Necesitaban la literatura como evasión y necesitaban que esa evasión fuese agradable. D.E. Stevenson, P.G. Wodehouse, Stella Gibbons, Georgette Heyer, E.F. Benson, Laurie Lee, Elizabeth von Arnim y muchos otros autores empezaron a escribir una literatura amable y optimista, con mucho sentido del humor, donde los sencillos valores británicos primaban por encima de grandes historias y personajes. En tiempos oscuros como los que vivían, era un placer leer historias en las que los personajes tomaban buenas tazas de té, con bollos y nata, paseaban por la campiña inglesa, se enamoraban o descubrían jardines secretos y librerías bonitas. J.R.R. Tolkien lo explicó muy bien en sus cartas: «pese a la guerra, Gran Bretaña perduraría porque sus valores más sencillos permanecerían intactos en los gestos cotidianos de sus gentes». El feelgood literario volvió a ponerse de moda a principios del siglo XXI, seguramente por la crisis económica que sacudía Europa. Necesitamos desconectar de nuestros problemas (enfermedades, trabajo, dinero, cargas familiares, soledad, estrés, etc.) y viendo el telediario no conseguiremos sino angustiarnos todavía más. Sumergirse en una lectura que aporta paz y optimismo, que describe situaciones cercanas agradables, es un placer. He leído que ahora se la empieza a llamar novela Lit-up porque levanta el ánimo.

¿Qué podemos encontrar en tu blog Serendipia?

Los libros que más me han gustado. Mucha literatura feelgood, mis lecturas preferidas, mis autores favoritos, novelas excéntricas y muy frikis de todo género… Me gustan los clásicos británicos pero también la fantasía más friki, como los libros de Jasper Fforde. Uno de los placeres añadidos de la lectura es poder charlar de libros con otros lectores.

¿De cuál de tus novelas te sientes más satisfecha?

Siento una especial debilidad por Un hotel en ninguna parte porque con esa novela empezó todo. Pero literariamente hablando, me siento muy orgullosa de La librería del señor Livingstone ¡Esa novela es todo lo que soy!

¿Qué consejo darías a alguien que ha terminado su primera novela y no sabe qué hacer con ella?

Primero que la pase a un editor/corrector profesional y que le pida opinión sincera.

Eres redactora en La Piedra de Sísifo, ¿qué nos puedes contar de tu trabajo ahí? ¿Cómo surgió la idea?

La piedra de Sísifo es un gabinete de curiosidades que me encanta. Tiene ese aire excéntrico y victoriano que tanto me enamora y cuando Álex me preguntó si me apetecía colaborar le dije que sí sin pensármelo. Suelo escribir artículos relacionados con la cultura, pero sobre todo con detalles curiosos del mundo literario. Admiro mucho a Álex, me encanta su estilo y sus amplios conocimientos culturales.

¿Qué es lo primero en que te fijas cuando lees una reseña?

En si ha copiado la sinopsis de la editorial. Ya muy pocos blogs se molestan en empezar la reseña con una pequeña sinopsis personal.

Te gusta introducir en humor en tus novelas, ¿crees que hay poco humor en la literatura?

El humor es una condición imprescindible del feelgood, uno de los pilares en los que se sustenta. Como buena anglófila soy una rendida admiradora del humor más British. Me encantan las comedias de Wodehouse, Arnold Bennett, Oscar Wilde, Shakespeare, Stella Gibbons, Edmund Crispin, Winifred Watson, Georgette Heyer, Benson, Durrell, etc. Pero entre los autores de este siglo es cierto que echo de menos ese tipo de humor, ese ritmo de comedia alocada y esos diálogos chispeantes a lo Wodehouse. Sí, creo que falta más humor inteligente en la literatura del siglo XXI.

¿Qué proyectos tienes?

Soy un poco supersticiosa y no suelo hablar nunca de mis proyectos. El 5 de julio sale a librerías mi nueva novela, Todos los veranos del mundo, de la mano de Roca Editorial. Mientras tanto intento que escribir sea mi rutina diaria y no perder la ilusión, que es lo más difícil.