Ximo Rochera: «Primero fui lector, después lector voraz y finalmente tuve la necesidad de escribir»


Hoy nos acompaña Ximo Rochera, director de la revista Canibaal y autor del libro de relatos La Entropía de los relojes rotos.

¿Desde cuándo ese deseo o necesidad de escribir?

Bien, realmente no es muy difícil de definir: primero fui lector, después lector voraz y finalmente tuve la necesidad de escribir. Curiosamente, aunque siempre había escrito pequeños textos, fue una noche a las dos de la mañana cuando tuve un impulso irrefrenable de levantarme a escribir una novela Donde tú estabas; justo había dejado de trabajar en la cerámica. De eso hace más de doce años. Lo recuerdo porque todavía no había nacido mi hija Aleska.

¿Qué le aporta a tu obra ser un científico?

Hace un tiempo, varios años, hubiese dicho que no influye, pero haciendo un análisis más exhaustivo creo que influye bastante más de lo que yo hubiese imaginado. No solo por el hecho de incluir detalles físicos o químicos, sino también por la forma de construir los textos, de analizar las historias que veo o escucho y que después plasmo en mis relatos. Podría definir, finalmente, que se trata de la aplicación del método científico a la escritura.

Ernesto Sábato abandonó la investigación científica por la literatura, cuando trabajando sobre la partición del átomo, vislumbró «el principio del apocalipsis», ¿cómo fue en tu caso?

portadala entropia2Pues sin tener nada que ver con el caso de Sábato, quiero decir que yo no me dedicaba a «partir átomos», es bastante parecido. Mi profesión de químico me había llevado a dirigir equipos de más de doscientas personas en fábricas de azulejos en la provincia de Castellón y digamos que no se partió un átomo, sino que más bien me partí yo: llegué a la conclusión de que no quería dedicarme toda la vida a realizar ese trabajo, pese a que fuese lo que había deseado inicialmente. No era un tema de sacrificio, sino más bien de realización personal (había llegado a ser director técnico, lo máximo a lo que podía aspirar, y de repente me vi sin motivación suficiente para seguir ejerciendo esa profesión durante mucho más tiempo, así que decidí dar un salto al vacío).

Háblanos de La Entropía de los relojes rotos.

La entropía de los relojes rotos es un libro de relatos que publiqué en 2018. Se trata de una compilación de textos de los últimos diez años. Se puede decir que son unos relatos bastante representativos de mi escritura. En algunos casos delirante o paranoide, siempre surrealista o postista. Quizá es en alguno de estos relatos en los que se puede apreciar esa pátina científica que incluyo como si fuesen pinceladas dejadas caer sobre un lienzo, sin aparente justificación.

¿Cómo surgió la colaboración de Antonio Beneyto con las ilustraciones?

De manera muy natural. Conozco a Beneyto por Aldo Alcota y por la revista Canibaal. Hace más de cinco años creé la Revista Canibaal debido a una pequeña herencia de un tío lejano (Leopoldo) y debido a que Aldo conocía a Beneyto le invitamos a colaborar. Desde entonces, cada vez que voy a Barcelona me acerco a su casa del barrio gótico y charlo un rato con él. Beneyto forma parte del consejo asesor de Canibaal. Para mí, una vez decidido que iba a publicar La entropía de los relojes rotos, se convirtió en una necesidad que Antonio Beneyto colaborase en mi libro con una imagen para la portada. Hablé con él y en pocos días estaba en su casa, me dijo que utilizase las imágenes que quisiese, así que elegí toda una serie de seis dibujos que son los que se reproducen acompañando mis relatos.

¿Qué opinas de las nuevas tecnologías y la facilidad que proporciona para la autopublicación?

portada10Creo que el mundo está cambiando de una manera que ni tan siquiera podemos imaginar. Estamos viviendo en plena revolución tecnológica. La forma en que nos relacionamos también está mutando, así que la utilización de estas tecnologías para realizar publicaciones no me parece mal. Sin embargo, esto influye en un deterioro de la calidad, puesto que cualquiera es capaz de publicar sin que se realice ningún filtro. No obstante, corresponde al comprador realizar esa selección. Tengo la sensación de que las personas son más sensibles a los trabajos completos, desde la escritura a la maquetación y la misma edición: el autor puede ver reflejado en el trabajo final todo lo que para él es primordial. Ofrecer al público aquello que siempre ha soñado sin que nadie se lo distorsione o module.

Diriges la revista Canibaal, ¿qué podemos encontrar en ella?

Pues se trata de una revista de arte y literatura. Su propio nombre obedece a la fusión de dos términos: por un lado, la revista Cannibale de Francis Picabia y por otro la novela de Fernando Arrabal Baal Babilonia. La idea de Canibaal es fusionar siempre duplas; desde la temática, siempre se juntan dos términos (humor y magia, arquitectura y terror, utopía y libertad, etc); autores o artistas consagrados junto a otros noveles; y artistas o autores europeos junto a otros americanos. Así hemos podido contar con textos de Beneyto, Roser Amills, Vila-Matas, Fernández Mallo, Raúl Zurita entre otros, entrevistas a Ana Curra, Nazario, Esther Ferrer o Alejandro Jodorowsky, fotografías de Isabel Muñoz, Ouka Leele, Chema Madoz, etc.

¿Qué proyectos tienes?

Pues justo ahora estoy sacando otro sello editorial Libros del Baal, y voy a editar un libro de un proyecto que se realizó en el barrio del Cabanyal de Valencia con clases de flamenco a niños gitanos. El proyecto duró un año y finalizó con un festival en el Teatre Musical del Cabanyal. El libro recoge todo este proyecto con las estupendas fotos del fotógrafo Jorge López y el texto de Pilar Cambronero. ¡A quelar, Cabanyal! será el primer título de este nuevo sello editorial. También estoy acabando de escribir un poemario Nacimiento, vida y muerte del Pájaro-apóstol que editaré con este sello porque quero incluir poemas escritos a mano, algún poema con tipos móviles y dibujos míos (algo demasiado exigente y específico como para que me lo editen) y por otro lado tengo que decidir qué hacer con una novela Teoría de cuerdas que estoy presentando a alguna editorial.