Hoy nos visitan Víctor Blázquez e Inés Sainz, autores de Con la miss en los talones. Esta es la primera incursión en la comedia romántica de Víctor y la primera experiencia editorial de la Ex Miss España, Ines Sainz.
¿Desde cuanto escribís? ¿Es algo que viene desde niños o ha sido algo más tardío?
Víctor: Yo escribo desde que tengo edad para hacerlo. Todavía guardo en el desván las historias que me inventaba con seis años. Siempre se las entregaba a mi madre, que era una gran lectora, y le decía «mi nueva novela». Algunas no pasaban de ser unas líneas, como microrrelatos antes de que estos se pusieran de moda. Eran bastante chorras, pero es que tenía seis años.
Inés: Aunque en mi trabajo de comunicación es necesario andar redactado textos a diario, lo mío era más de aficionada. Siempre me ha gustado leer y también escribir. Cada verano comenzaba una novela que no acaba nunca porque no tengo la disciplina de Víctor y convertirme en escritora era más bien un sueño inalcanzable
¿Cómo surgió la colaboración para escribir Con la Miss en los talones?
Víctor: Mi mujer tuvo la culpa. Yo vengo de escribir terror, ciencia ficción, thrillers… y ella me pinchaba constantemente para que me lanzara a la comedia romántica. Hasta que un día algo hizo clic en mi cabeza, la idea empezó a hacerse grande y me di cuenta de que iba a necesitar un punto de vista diferente, alguien que me aportara una visión diferente. Y ahí entró Inés.
Inés: Víctor y yo tenemos un amigo en común que nos presentó porque estaba seguro de que haríamos buena pareja literaria. Víctor ya tenía la idea, que desde el primer momento me gustó y vi la oportunidad de cumplir el sueño con su ayuda. Porque sola sabía que nunca daría el paso.
¿Ha sido fácil trabajar juntos?
Víctor: Ojalá todos los trabajos fueran así de sencillos.
Inés: Ja ja ja! Efectivamente ya podían ser así todos los trabajos. Ha sido muy sencillo.
Ines, tengo entendido que te has basado en algunas experiencias personales a la hora de dar vida a la protagonista ¿qué tiene ella de ti?
Víctor: Curiosamente, hay más de Inés en Mar que en la Miss que pone el título a la historia.
Inés: ¡Es verdad! Me siento más identificada con la pobre Mar Tillo que con Doña Perfecta. Pero creo que le pasa a todas nuestras lectoras. Ese cúmulo de desgracias que le pasan a la pobre Mar todas juntas, hacen que las mujeres nos identifiquemos con ella. También hay anécdotas de mis años de más fama pero están muy noveladas. A Víctor le das dos pinceladas y las convierte en un capítulo.
Víctor, ¿cómo ha sido pasar de la ciencia-ficción a la comedia romántica?
Víctor: Si te soy sincero, no me ha planteado ningún problema. Nunca me ha gustado encasillarme y si hay algo que me gusta son los retos literarios. Intento ponerme alguno antes de afrontar cualquier novela, ya sea en el género, en el estilo, en la forma de narrar. Es gracioso, porque en Madrid hay un club de lectores que empezaron a llamarme cariñosamente (en teoría) “Doctor Maligno” por mi tendencia a hacer sufrir a los personajes y a los lectores. Siempre bromeaba con ellos diciéndoles “ya veréis, el día menos pensado escribo una romántica y os dejo a todos perplejos”.
¿Qué pensais de la irrupción de las nuevas tecnologías en el ámbito editorial?
Víctor: Para leer, prefiero el papel. Debo ser un romántico. Y para comprar, nada mejor que una librería. Son lugares llenos de magia.
Inés: yo tampoco he sucumbido. Me gusta tocar el libro y pasar las páginas. Muchas veces le pongo la fecha. Ahora me está dando porque los autores me lo firmen y eso ya los convierte en piezas únicas.
¿Cual es vuestra opinión sobre la autopublicación?
Víctor: Lo cierto es que nunca la he buscado de manera activa como forma de llegar a los lectores. Sí autopubliqué dos antologías, pero no por deseo de «autopublicación», sino porque quería sacar adelante un proyecto benéfico y realicé un crowfunding. A cambio de las aportaciones, regalé unas antologías autopublicadas a quienes participaron. Ni siquiera hice ejemplares de más, saqué los justos para entregar a quienes apoyaron esos proyectos. Me siento cómodo en el mundo editorial, y eso que no juego «en las grandes ligas». Dicho eso, la autopublicación me parece algo positivo porque permite que haya autores que salgan a la luz que de otra manera no lo conseguirían. Por mi parte, el único consejo que doy a quien me dice que va a escoger esa opción es: cuida tu obra hasta el último detalle, busca la calidad, el hecho de no contar con la maquinaria editorial te obliga a encargarte tú de todo el proceso de corrección y cuidado, no lo olvides, no lo descuides. Fuera de eso, adelante y toda la suerte del mundo.
Inés: Es mi primera experiencia en el mundo editorial y me dejé aconsejar en todo momento por Víctor. Pero desde el punto de vista de una emprendedora, debe ser algo parecido al autoempleo. A veces puede ser duro y otras muy satisfactorio ver que lo has sacado adelante tu solo.
¿Qué proyectos teneis? ¿Volvereis a trabajar juntos?
Víctor: Ahora mismo no tengo ningún proyecto entre manos. Entre el trabajo y la familia, cuesta encontrar tiempo para escribir. Hay cosas madurando en la fábrica de ideas, y sé que cuando una de ellas esté lista, me lanzaré a por ella sin problemas. Inés y yo hemos estado hablando sobre hacer una secuela. Tenemos una idea que podría servir como base.
Inés: Al igual que Víctor compagino un montón de proyectos que llevo en mi agencia de comunicación para otras marcas con la mía personal y con la vida familiar. Pero espero en unos meses encontrar el momento para ponernos a ello.