Tenemos con nosotros a Tessa C. Martín autora, entre otras novelas, de Palabra de McKenzie y de Te regalaré pensamientos. Palabra de McKenzie fue elegida mejor romance histórico nacional de 2017 por el Rincón de la novela romántica.
¿Desde cuándo escribes?
Se podría decir que desde que comencé a hacer mis pinitos con pequeños escritos en el periódico del instituto. No obstante, publiqué mi primera novela Lo que sea, pero contigo en diciembre de 2014.
¿Qué piensas de la autopublicación?
Bueno, siempre he creído que era una opción excelente para gente que se toma la publicación de sus libros de manera profesional. Hay verdaderas joyas autopublicadas. En un mercado en el que se publican tantas novelas y que el mundo editorial vira hacia las tendencias del momento (como negocio que son), publicar de manera independiente permite abrir un abanico muy amplio de autores y subgéneros que además, deben rivalizar y demostrar la calidad de su producto. Pero ¿qué os puedo decir si las últimas dos novelas las he publicado de manera independiente? Hasta el momento, las anteriores funcionaban por editorial. Sin embargo, cuando terminé Palabra de McKenzie y la oferté a cinco editoriales “grandes” y la rechazaron, pensé en probar la autopublicación. ¿Por qué no? Creía en la novela que había escrito. El hecho de que posteriormente fuera elegida como mejor romance histórico nacional de 2017 en el Rincón de la novela romántica fue una inyección de moral y la confirmación de que había tomado la decisión correcta al publicarla. Desde el punto de vista de la autora puedo mimar mi trabajo eligiendo el corrector que estime, la portada que más me guste, la fecha de salida, el precio de venta y los beneficios para el autor son mucho más grandes. Cuando terminé Te regalaré pensamientos no lo dudé, fui directa a la autopublicación. No descarto volver a publicar con editorial tal y como me han ofrecido después de autopublicar las dos últimas, pero de momento, estoy contenta con la publicación independiente.
¿Por qué escribes precisamente romántica?
Porque cuando empecé a leer no encontraba el género que me enganchase a la lectura hasta que lo descubrí a los catorce años. Porque mis escritos siempre hablaban de sentimientos y, ¿dónde hay más cabida para expresar el amor que en Romántica?
¿Crees que los personajes de estas novelas están estereotipados? (Chico duro por fuera pero sensible por dentro… y cosas así)
Muchas veces me he preguntado si estaba todo escrito ya y es muy probable que así sea. Pero para mí, los estereotipos no tienen que ser malos si están bien llevados y la historia, sobre todo la manera única y personal del autor de contarla, que es lo que les da vida, gusta y hace disfrutar. El reto de una novela romántica es ofrecerle al lector, que sabe que la historia que está leyendo va a acabar bien, el entretenimiento necesario para que no se aburra con clichés mal usados, que lleguen a hacerle pesada la lectura.
¿Qué novela tuya te gustaría ver en película o serie?
Bueno, creo que Palabra de McKenzie sería una opción. Tengo varios protagonistas en mente… Pero siendo sincera, ver cualquiera de mis novelas en pantalla sería un sueño hecho realidad.
¿Te ves probando otros géneros?
Creo que no se puede decir que nunca de este agua no beberé, pero de momento no me imagino en otro género. Eso sí, si alguna vez cambio lo avisaré para que no haya sorpresas inesperadas.
¿Qué clase de lector crees que lee romántica?
Uno sensible y al mismo tiempo exigente que tiene muy claro lo que busca. Que tiene la lectura como evasión y que quiere terminar con una sonrisa en los labios.
¿Por qué piensas que hay tan pocos hombres escribiendo novela romántica?
Quizá hay más de los que pensamos porque algunos reconocieron en su momento que utilizaban un pseudónimo de mujer, a veces por los prejuicios editoriales, a veces porque quizá se sentían más cómodos. Imagino que va ligado al tipo de literatura que se consume, si cada vez hay más hombres que leen romántica, habrá más escritores de romántica. Siempre he creído que es mejor escribir sobre aquello que conoces, has leído y comprendes, para poder expresarte y sobre todo que el lector empatice con tu forma de contarlo. Es decir, hay muchas más mujeres que escriben romántica por que hay muchas más mujeres que leen romántica. Lo que sí creo es que, salvando el tema de la cantidad, la calidad es equiparable. Creo que hay el mismo porcentaje de historias buenas escritas por hombres que por mujeres, igual que hay malas novelas de escritores y de escritoras.
Háblanos de Te regalaré pensamientos.
Bueno, Te regalaré pensamientos es mi última novela publicada y la segunda en la que me adentro en el género histórico, esta vez en el Londres victoriano de finales del s.XIX. Todo en ella ha supuesto un reto para mí: la parte de la documentación, la creación de los personajes, las tramas y subtramas… Pero no puedo negar que la he disfrutado enormemente. La historia de amor de Cameron y Maddison es una oda a la libertad, al respeto por uno mismo, al amor propio y sí, también a las segundas oportunidades. Porque a veces la vida nos lleva por destinos que no elegimos y tomamos decisiones cuyas consecuencias no podemos prever hasta que por fin nos encontramos en el camino correcto.
¿Qué proyectos tienes?
Actualmente tengo dos novelas empezadas, una de ellas a más de la mitad, que trata sobre el amor, la infidelidad, qué nos lleva a buscar la emoción, la química del amor, pero sobre todo la influencia de las nuevas tecnologías en las relaciones personales. Hace años que la empecé y que voy añadiéndole contenido, cuando sea su momento, saldrá (o al menos eso espero). Y ahora estoy inmersa en una historia de amor muy romántica con una protagonista que tiene un problema muy común pero del que poco se ha hablado y con la que me siento identificada. Ambas son contemporáneas porque necesitaba quitarme de encima la presión de la exhaustiva documentación que necesita la histórica. Pero en cuanto las termine, Promesa de Campbell tendrá toda mi atención. Desmon es uno de los personajes más queridos de Palabra de McKenzie y como las lectoras me hicieron ver, se merece su historia.
Muchas gracias por la entrevista y por ofrecerme la posibilidad de que los lectores me conozcan un poquito mejor. Ha sido un placer «charlar» con vosotras un rato.
Gracias a tí.