Hoy tenemos con nosotros a Ledicia Costas autora de novela infantil y juvenil, pero también de poesía y relatos. Fue Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil en 2015. Su último trabajo es un thriller, Infamia.
¿Cuándo comenzó a escribir?
Empecé a escribir siendo una niña, con 11 o 12 años. Desde entonces no he parado.
Usted ha escrito relatos, poesía, literatura infantil y juvenil y novela ¿En qué género se siente más cómoda escribiendo? ¿Cuál prefiere a la hora de leer?
Soy una autora versátil. He transitado géneros diversos, aunque en los últimos años mi producción se ha centrado en la literatura infantil y juvenil. Estoy muy orgullosa de esto, mis novelas infantiles y juveniles me han dado infinitas alegrías. Pero es cierto que abordo la literatura como un reto, por eso cambio de registro. Cada libro es una oportunidad de sorprenderme a mí misma. Leo sobre todo literatura infantil y juvenil. También poesía. En realidad, ¡leo todo lo que puedo!
Ha escrito muchos, y buenos, libros infantiles, pero su estilo no es el propio de este tipo de literatura. Trata a los niños como personas inteligentes y no edulcora en excesos sus historias ¿Cree que se sigue tratando al lector infantil como se hacía hace muchos años habiendo cambiado tanto su realidad?
Creo que hay de todo: libros que disfrazan la realidad, como si los niños no tuviesen la inteligencia o las herramientas necesarias para comprender el mundo. Pero, por fortuna, también hay numerosas autoras y autores que huyen de las historias excesivamente didácticas. Que escapan de lo edulcorado y optan por la transgresión. Me gustan estos autores. Me siento identificada con esa forma de concebir la literatura infantil y juvenil. Para mí escribir tiene mucho de transgresión, te dirijas al público que te dirijas.
¿Cómo definiría el género Steampunk?
Como una corriente estética con origen en el Londres victoriano, donde la tecnología a vapor y los inventos tienen una importancia capital. Las máquinas están humanizadas y muchas veces funcionan gracias a un elemento mágico. Lo sobrenatural está muy presente.
¿Cree que haber llegado a tanta gente como usted, tiene más mérito por el hecho de escribir en gallego?
Es algo de lo que me siento especialmente orgullosa. Escribir en gallego implica muchas renuncias, es complicado llegar a un gran público. Me siento muy agradecida.
Después de tanta literatura infantil ahora se pasa al thriller psicológico ¿Cómo ha sido ese cambio?
El cambio vino propiciado por una necesidad de abordar un proyecto diferente a todo lo que había hecho hasta el momento. Necesito cambiar de registro, emprender retos nuevos. La experiencia de escribir Infamia fue intensa y gratificante, a partes iguales.
¿Qué se va a encontrar el lector en Infamia?
Se va a encontrar una historia cruda, llena de personajes con una gran carga psicológica. Una trama donde los secretos tejen una niebla espesa que lo invade todo y donde la violencia cobra fuerza. Pero también una historia llena de esperanza.
¿Está trabajando ya en algún otro proyecto?
Sí, estoy trabajando a pleno rendimiento en una historia infantil que espero terminar en las próximas semanas.