María López: «Un día tienes la necesidad de manifestar todo aquello que no puedes decir en voz alta»


Hoy presentamos a María López que nos acompaña para hablarnos de su primera novela, Una hora más

¿Cómo y por qué empezaste a escribir?

Empecé a escribir cuando me di cuenta de que mi impulsividad iba más rápida que mi mente y a veces, cuando hablaba con las personas, la cagaba. A parte de ese pequeño problemilla sin importancia, porque al final son cosas que se acaban perfilando, siempre me gustó mucho leer, y cuando lo hacía, imaginaba el placer y orgullo que sentiría el escritor al saber que otra persona estaba leyendo su obra. Admiraba el hecho de poder plasmar las emociones en letras. Y en muchas ocasiones soñaba con sentir ese mismo placer. Y, aunque yo siempre me he expresado mejor por escrito, nunca me atrevía a dar el paso porque pensaba que mis textos eran poco atractivos para los posibles lectores. Pero un día tienes la necesidad de manifestar todo aquello que no puedes decir en voz alta. Y comienzas a escribirlo, como terapia, como liberación, como diario… Entonces unes todas las partes. Tus textos, el cariño y respeto que le pones a cada uno de ellos. El placer que obtienes cuando escribes y el impulso que te dan las personas que te quieren. Y acabas publicando.

¿Sacar tu primer libro en plena pandemia es una genialidad, una locura o era tal tu necesidad de sacarlo al exterior que no pudiste evitarlo?

La verdad es que no me paré a pensarlo. Es un momento excepcional para todo el mundo, pero creo que un libro siempre tiene cabida en cualquier situación. Lo único que hay que hacer es redirigir la manera de llegar al lector, y tener paciencia, ya que las ventas se hacen de forma más gradual. La pandemia no es un impedimento para llegar a las personas.

¿Qué se va a encontrar el lector en Una hora más?

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María López

¿Alguna vez has tenido la sensación de querer desaparecer? ¿De querer dejar de respirar, porque ya no quieres continuar viviendo con tanto dolor? ¿De haber caído en picado, tocando el infierno, y aun viviendo entre llamas, no notar el calor? ¿Y sentir como el frío se instala en tus huesos, igual que en tu vida? Esto es lo que Anna, la protagonista, desea cada vez que se mira en el espejo, mientras su consumido reflejo la va convenciendo de que ese es el único camino para recuperar el control de su vida, y llenar el vacío que ha dejado Álex, despertando así a su mayor enemiga. La misma que tantos años estuvo dormida en su interior, que acunaba con cada mal hábito, con cada exigencia, con cada culpa y con cada justificación para parecer que todo lo hacía a la perfección. Olvidándose así de vivir. Es una novela que narra la relación tan complicada entre Anna y su cuerpo. La insatisfacción constante que la lleva a vivir en una montaña rusa de emociones, o mejor dicho a malvivir.

¿Cuánto hay de ficción y cuánto de realidad en el libro?

El 80% de la historia es real. Es parte de mí. Parte de mi pesadilla y parte de mi superación. Está inspirada en la necesidad de poder mostrar que, con ganas, se pueden superar muchas situaciones difíciles, inesperadas, más o menos trágicas, pero siempre importantes para uno mismo.

¿Crees que una hora más puede ayudar a personas que han pasado por lo mismo que Anna, la protagonista de tu novela?

Es el objetivo principal de Una hora más, poder ayudar a alguien que esté en una situación similar, o no. Es decir, no necesariamente la otra persona tiene que estar padeciendo un trastorno alimentario para poderse sentir identificada con la novela. En la historia de Anna, he intentado reflejar emociones y sentimientos corrientes para el ser humano. Tristeza, autoexigencia, control, felicidad, duelo causado por situaciones diversas…, en este caso vinculadas a un trastorno alimentario. Pero son sentimientos que cualquier persona puede sentir en un momento dado de su vida, después de un shock traumático, de una pérdida, en los estudios, en el trabajo…, y que no sabemos gestionar correctamente. De esta manera quiero mostrar que las personas somos fuertes, valientes. Y que, con actitud, ganas y ayuda, siempre tenemos una hora más para querernos, valorarnos y poder darnos otra oportunidad a nosotros mismos.

Los trastornos alimenticios, en este caso la anorexia, siguen siendo grandes desconocidos para la mayoría de la sociedad e incluso, en muchos casos, un tema tabú ¿Qué pasos crees que se deberían dar para darle la visibilidad y la ayuda que merecen?

Por desgracia los trastornos mentales, sean del tipo que sean, suelen ser hoy en día, un estigma para la sociedad, y muchas de las personas que los padecen, prefieren no hablar de ello, para así evitar el rechazo social. En este caso en concreto, sobre los trastornos alimenticios, cuántas veces habremos escuchado las siguientes frases: «no puede tener anorexia… pero si tiene un tipazo»,  «¿cómo va a tener anorexia si está gorda?», «esto son cosas de adolescentes…ya se le pasará», «¿anoréxico él? Pero si esto es cosa de chicas jóvenes», «si no fuera tan presumida, no le pasarían estas cosas. Si está así es porque quiere», «si de pequeña le hubiesen acostumbrado a comer de todo…», «¿anorexia a tu edad? Déjate de tonterías». Desde mi humilde opinión creo que el primer paso es la información. Conocer y aceptar que existen los trastornos mentales. Y poder hablar de ellos abiertamente, llamando a las cosas por su nombre. Sin tabúes. Sin juicios. Y acabando con las falsas creencias sobre los TCA, o sobre cualquier enfermedad de salud mental. Es importante también aprender a comunicarnos, a hablar abiertamente sobre nuestras emociones, que nuestros hijos hablen de ellas. Aprender a explicar nuestros miedos, aquello que nos preocupa sobre nosotros mismos, y sobre nuestro entorno. Aprender a sentirnos seguros, y a darles seguridad a los nuestros, y a ser capaces de pedir ayuda cuando nos enfrentemos a situaciones estresantes o difíciles. Debemos reeducarnos en lo referente a autoestima, aceptación y tolerancia. Querernos y respetarnos por encima de todo, y no dejar que nuestra felicidad dependa de nadie más que de nosotros mismos. No dejar que los medios nos influyan ensalzando la delgadez, o unos cánones de belleza absolutos, o unas dietas restrictivamente milagrosas. Y no condicionar el cuerpo a una cuestión de apariencia y de belleza. Los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) son enfermedades psiquiátricas graves, con un alto porcentaje de prevalencia, que ponen en riesgo la vida de la persona afectada.

Ya está publicada tu primera novela ¿Ahora qué? ¿Qué proyectos tienes?

Por ahora quiero disfrutar de esta aventura, y ver qué respuesta tiene Una hora más. Hasta el momento la acogida está siendo muy positiva y eso me hace feliz. Pero hay mucho trabajo por hacer para poder cumplir los objetivos que me propuse inicialmente. El después ya vendrá, no me gusta hacer planes a largo plazo, pero si puedo decir que proyectos hay muchos, y me encantaría volver a publicar.