Nos visita Marcos Rodríguez Saborido para presentarnos su nueva novela, Swan’s Coven, que ya se puede encontrar en librerías.
¿Cuándo empezaste a escribir y qué te motivó a ello?
Invento historias desde que era muy pequeño, ya fuera con dibujos o interpretándolas con mis juguetes. A los catorce años fue cuando decidí que quería tomármelo en serio y dedicarme de lleno a la escritura. En aquel momento, mi instituto organizaba un concurso literario y, gracias a que mi profesora me convenció para presentarme, lo gané. Entonces empecé a presentarme a todos los concursos que encontraba. Como en casi todos ganaba o quedaba finalista, me animé a seguir escribiendo e incluso me atreví con mis primeras novelas. Gracias a eso publiqué tres relatos antes de cumplir los dieciséis años.
A pesar de tu juventud ya tienes seis libros publicados ¿Cuántas horas le dedicas al día a la escritura?
Cero horas, jaja. Tengo graves problemas de concentración, especialmente con estos tiempos locos. Durante los meses que tardé en escribir Swan’s Coven, le dedicaba dos o tres horas cada tarde (aunque pasaba más tiempo dibujando, cambiando de canción y preparando té que escribiendo realmente), pero ser constante siempre ha sido extremadamente difícil para mí. Además, la falta de tiempo y energía no ayuda.
Además de escritor, eres también fotógrafo. Si tuvieras que elegir… ¿Literatura o fotografía?
¡No podría elegir! A la fotografía le dedico más tiempo porque es la que más aplico a mi ámbito laboral, pero la literatura siempre ha sido mi gran pasión. Cada una de ellas tiene algo especial. La fotografía es mucho más dinámica y social, mientras la literatura es un ejercicio de soledad e introspección. ¡Es como elegir entre tu boca y tu ojo!
¿Qué van a encontrar los lectores en Swan´s Coven?
Lo primero que van a encontrar es misterio. También una serie de personajes profundos que se transforman unos a otros y evolucionan gracias a la trama. Mucha teoría de lo esotérico, Wicca, infusiones, plantas y cristales mágicos, rituales, música y ¡sorpresas que no puedo decir!
¿Es tu obra más oscura?
Es lo más oscuro que he escrito en un tiempo, sí, pero se debe a que estoy volviendo a mis orígenes. Mi arte, mi estética y mi vida personal siempre han estado muy influenciados por lo gótico, el romanticismo, Tim Burton y este tipo de cosas. De todas formas, esta novela no está enfocada desde ese punto de vista, pues trata la magia de una manera realista y cotidiana que nada tiene que ver con las brujas siniestras e infernales que podemos ver en muchas otras ficciones. Si los lectores quieren algo oscuro, que no pierdan de vista mis redes, que tengo preparado algo muy guay.
La magia, la brujería y la fantasía están presentes en gran parte de tus libros ¿Es esto básicamente sobre lo que te gusta leer?
Bueno, también leo otras cosas, pero sí, es mi género favorito. Durante los últimos años he estudiado mucho sobre esoterismo, alquimia, teología y folclore en general, porque me parece fascinante. Ya sea como teoría en una enciclopedia o como argumento de una novela, todo lo relacionado con lo paranormal me atrapa. Las brujas, las hadas, los vampiros, los fantasmas… Desde muy pequeño he sido admirador de Casper, El Pequeño Vampiro y todos los dibujos animados que veía sobre magia, monstruos y cosas así. Sin embargo, ahora que he crecido y me aproximo a estos temas desde un punto de vista más teórico, echaba de menos historias de ficción donde la magia y lo esotérico fuese tratado con naturalidad, donde los personajes llevasen a cabo actos mágicos como los que yo vivo en mi vida cotidiana (uso de velas y cristales, sigilos, proyección, plantas con propiedades energéticas, celebración de las fiestas celtas…).
Como autor mayoritariamente de novela juvenil, ¿Qué crees que debe tener una novela de este género para atrapar al joven lector?
Llevo varios minutos pensando y creo que una de las claves para la literatura juvenil es el movimiento. Este tipo de literatura es muy dinámica, hay muy pocos momentos en los que no pase nada. También debe tener un lenguaje adecuado, no es necesario utilizar las palabras más complejas y en desuso para demostrar que uno es mejor escritor. La finalidad es hacerse entender por el público. Los personajes son un punto clave, porque a todos nos encanta obsesionarnos con un protagonista, hacer dibujos sobre él e imaginar qué actor o actriz lo interpretará si algún día se adapta para la pantalla. También tiene que estar lleno de estímulos y sorpresas. Y alguna que otra cosa que me guardo porque siempre hay que ser un poco misterioso.
¿Qué proyectos tienes ahora?
En estos momentos, mi único proyecto es sobrevivir en Londres y mantener un mínimo de estabilidad mental, que bastante me está costando. Cuando vuelva a España, me gustaría retomar mis visitas a los institutos, organizar un par de exposiciones y, cuando llegue el momento, escribir mi próxima novela. Tengo algunas ideas sobre ella, pero todavía no he podido dedicarme a ella seriamente, porque mi cabeza ahora mismo es una mascletá.