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Isabel Allende ha presentado en rueda de prensa su nueva novela, El viento conoce mi nombre, que ya está en las librerías desde el pasado 6 de junio.

La novela narra las historias de dos niños que se ven forzados a separarse de sus familias en dos momentos históricos diferentes: la ciudad de Viena en la Noche de los cristales rotos, en el año 1938, que supuso el inicio del terror nazi; y en El Salvador en 2019. En ambos casos trata del exilio forzoso como consecuencia de la violencia en la que los más débiles son los más perjudicados.

Allende nos habló, entre otros temas, de la importancia del arte para explicar los hechos históricos, ya que éste puede mostrar la historia poniendo al lector en contacto con ella con un nombre concreto, y conecta a los seres humanos de una forma íntima.

En respuesta a nuestra pregunta sobre si cree que hemos aprendido de la historia o, por el contrario, la amenaza de una tercera guerra mundial es real, Allende respondió que «es real, y la amenaza del fascismo y del autoritarismo, y la vuelta a la derecha extrema también. Estamos muy polarizados, hay mucho racismo, pero en los años de mi vida he visto que hay más democracia. Hay más educación, información, conexión… Yo creo que tenemos más herramientas para progresar de las que teníamos cuando yo nací, puesto que nací en mitad de la II Guerra Mundial. Durante el holocausto y la bomba atómica. Antes de las Naciones Unidas, antes de la Declaración de los Derechos Humanos, del feminismo o de los derechos de los trabajadores. Entonces, he visto en los años de mi vida cómo la curva de la evolución va hacia arriba, pero no es una línea recta, es una línea que tiene vaches y zigzags, y si no tenemos cuidado, retrocedemos».