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Presentamos hoy a la poeta María Puchades que viene a hablarnos de su obra Todas mis lunas.

Para que el público te conozca mejor, ¿desde cuando escribes?

Escribo desde que era pequeña, ni siquiera recuerdo cuándo empecé, pero siempre me recuerdo escribiendo. En un diario, en libretas del colegio, en libretas que tenía por casa… Las palabras me han acompañado a lo largo de toda mi vida, especialmente, durante mi adolescencia y ahora, en mi juventud.

Háblanos de Todas mis lunas. ¿Qué clase de poesía ofrece al lector?

Todas mis lunas es mi primer poemario y ofrece al lector la posibilidad de identificarse con los textos de tres maneras diferentes que van asociadas a tres fases lunares: luna menguante, luna creciente y luna llena. Los textos que comprenden la primera parte (luna menguante) están escritos desde la melancolía, la nostalgia, el intento de comprendernos y de aceptar nuestra vulnerabilidad y las partes de nosotros que no nos gustan tanto. También hay escritos de desamor y de injusticia social. La segunda parte, luna creciente, busca la esperanza y la manera de ser capaces de ver que todos somos luz pese a atravesar momentos en los que nos cuesta hacernos visibles y reconocernos. Los textos se basan en la búsqueda del amor propio y el camino hacia el crecimiento personal. Finalmente, la última parte, luna llena se basa en la plena aceptación de quienes somos, de aprender a querernos en todas nuestras fases, de saber amar de forma sana al otro, de saber que a lo largo de la vida pasaremos por diferentes etapas, pero que en todas ellas somos válidos y merece la pena escucharnos. Es una poesía con un lenguaje claro y directo y que abarca muchas emociones.

¿Por qué escoger precisamente la luna como símbolo?

Escogí la luna como símbolo porque para mí siempre me ha inspirado y me ha encantado. Recuerdo cuando era pequeña y veraneaba con mis abuelos en una caseta de campo que tienen y por la noche siempre nos quedábamos juntos viendo la luna. También muchas veces que escribo, lo hago de noche y la luna sé que siempre está ahí. En este poemario también simboliza el poder de pasar por diferentes fases y terminar queriéndonos a nosotros mismos y aceptándonos.

¿Te inspirar en hechos de la vida cotidiana para tu obra?

Esta obra contiene una parte de mí y de lo que me rodea, como todo lo que escribo. No tiene por qué verse reflejado de manera explícita, pero sí en diferentes elementos o referencias, en qué me inspiró para escribir un determinado texto, etc. Me inspira la manera en la que siento, veo y vivo todo lo que sucede a mi alrededor y en el mundo.

El poemario tiene prólogo de Toni Sanchez Bernal.

Fue una suerte poder contar con Toni para el prólogo. Le sigo desde hace bastante tiempo por redes y admiro mucho su trabajo. Este poemario no podía empezar de mejor manera. Sus palabras son impecables y están llenas de sensibilidad. Cuando lo leí por primera vez, me atrapó y no pude evitar emocionarme.

¿Crees que los poetas tienen menos oportunidades que los escritores en prosa? Conozco gente que se queja de esto.

La poesía parece que siempre tiene un público más reducido porque hay quienes son más reacios a ella, pero creo que el panorama ya lleva tiempo cambiando. Cada vez hay más personas que no le cierran la puerta y que se han podido ver identificados en algún verso que les ha hecho amar este género.

Tú personalmente, ¿has encontrado dificultades a la hora de encontrar editorial por ser poeta y no novelista, por ejemplo?

Personalmente, no he encontrado dificultad en encontrar editorial para publicar el poemario. La oportunidad ya se me había presentado hace tiempo, pero no fue hasta este año cuando sentí que era el momento de hacerlo y lo hice de la mano de Cuadranta, del sello Olé Libros y estoy muy satisfecha.

¿En qué estás trabajando actualmente?

Actualmente, a nivel profesional, me dedico a la docencia. En cuanto a proyectos literarios, ahora estoy centrada en disfrutar y vivir todo el proceso que conlleva publicar mi primer poemario y, cuando considere oportuno, me pondré a preparar el segundo libro.