Hoy traemos a Joan Plaza entrenador de baloncesto y escritor. Ha entrenado al equipo Unicaja de Málaga hasta esta temporada y es autor del Las mantas de Angelina y Despertar a tiempo.
Empezaste tu primera novela cuando aún eras funcionario de prisiones, a partir de una carta que recibió un compañero tuyo ¿Habías escrito algo antes de eso? (Algo para ti, algún relato, poesía).
No, nunca había escrito nada, más allá de los propios guiones que nos hacemos los entrenadores en la planificación de las temporadas o de los consiguientes entrenamientos.
Muchos deportistas escriben sus biografías pero pocos escriben narrativa ¿a qué crees que es debido?
Tampoco lo sé. Fue una especie de acto reflejo lo que me impulso a escribir. Cuando además fui consciente de estar escribiendo un libro, fue cuando me propuse no mezclar temas profesionales. Quería que fuera una novela de ficción, pero muy cercana al devenir de cualquier persona, que atrapara al lector desde la primera hoja y que se sintiera cómplice de la historia.
¿Crees que el deporte es cultura? Al menos al mismo nivel que la literatura o la música.
Claro que es cultura, aunque también es cierto, que el nivel de profesionalidad que ahora exigen los grandes deportes (fútbol, baloncesto, tenis, automovilismo, etc…) desvirtúan cara al espectador esa faceta. Mil y una referencias vinculan al deporte y a la cultura y al arte, pero quedan muy soterrados en el día a día, y muchos deportistas, no ayudan precisamente a cuidar y fomentar esta vinculación. La literatura, la música, el teatro, el cine, la escultura y muchas otras … comen a parte, quiero decir que su aspecto más personal y amateur incrementan el sentimiento cultural a su alrededor.
¿Te sirve la escritura para desconectar del baloncesto? Nos consta que eres un verdadero «enfermo» de tu deporte.
La escritura me ha ayudado en muchos aspectos y además de mejorarme culturalmente, me ha incentivado a leer mucho más y a colación de esto, a tener más recursos para dirigir grupos humanos tan cosmopolitas como con los que trabajo. Pero es cierto que escribir me evade un poco de ese nivel de auto-exigencia que me envuelve para no dar nada por hecho, para continuar mejorando en mi trabajo.
¿Hay algo de tus conocimientos del básquet que pongas en práctica a la hora de escribir? ¿Y al revés?
Creo que son dos aspectos que se retroalimentan, al menos en mí. De modo que a pesar de haber sido siempre una esponja que captaba sensaciones en cualquier ámbito en el que me moviera (avión, autobús, metro, consulta de un médico, etc.). Los libros me dan mayor bagaje verbal y para alguien como yo, que no cree en los castigos o las sanciones gratuitas, me ayuda mucho a convencer a quien deba trabajar conmigo. El deporte dota a mi escritura del punto de competitividad para conmigo mismo, para no adormecerme, para establecer una constancia entre tanto viaje, partido, ruedas de prensa o entrenamientos.
Aseguras que no eres escritor, solo un «juntador» de palabras ¿no te planteas dedicarte a ello una vez dejes los banquillos?
Lo que sé es que no tengo la formación de escritor, como la tengo de entrenador y por eso digo ser un «juntador de palabras», amén del respeto excelso que tengo para los escritores de verdad. Por otro lado, si tengo claro que la literatura me completa como ser humano, como individuo…, hasta el punto que mi carácter, mi personalidad está más cerca del pseudo-escritor que del «todopoderoso» entrenador. ¿Seguiré escribiendo en un futuro? No lo sé. Quiero acabar mi tercer libro y conformar esa trilogía que ideé hace muchos años. Aunque ahora mismo he acabado de escribir un guion para un Cortometraje. Además de escribir mensualmente en los artículos de mi web Joan Plaza
¿Para cuando una novela cuya trama gire en torno al baloncesto?
Quizá algún día escriba sobre baloncesto, bien en forma de ficción o de forma biográfica. Ahora mismo no me apetece, aunque si tengo pendiente una colaboración con algunos asistentes para hacer una libro que facilite las cosas a los nuevos entrenadores, fisios, preparadores físicos, utilleros o delegados del futuro.