Jose María Guerrero: «El camino del éxito es tener capacidad de trabajo»


Hoy nos acompaña otro vecino de La Llagosta, Jose María Guerrero Torvisco, boxeador con un importante palmarés como profesional, que incluye 29 victorias, 4 derrotas y 1 nulo. Fue campeón de boxeo del Mundo Hispano en el año 2000.

¿Por qué decidiste dedicarte a este deporte?

No fue decir: «quiero hacer esto». Fue el momento. Tenía una ilusión, unas ganas de hacer algo, y el boxeo se cruzó en mi camino. A lo mejor, en vez de boxeo podría haber sido cualquier otra cosa, pero en ese momento fue lo que me ilusionó y me motivó.

Con un palmarés como el tuyo, ¿has podido vivir del boxeo durante tu etapa en activo?

Pues no. No se puede vivir del boxeo. De hecho hay gente que es campeona del Mundo o campeona de Europa y no vive del boxeo, vive de sus extras, que puede ser estar dando clases en otro sitio; pero lo que es vivir íntegramente de las bolsas del boxeo, en España, a día de hoy, no se vive.

¿Qué sentiste al proclamarte campeón del mundo hispano en el año 2000?

Pues una ilusión muy grande, pero si tú te enfocas simplemente en esa victoria, en ese combate, a lo mejor tu sensación de alegría es mayor que si lo ves eso como parte del camino.

¿Crees que está suficientemente reconocido un deporte como el boxeo?

Desgraciadamente, en España no. A veces por culpa del boxeo y otras por culpa de la gente, que lo ve de esa manera. En otros países un boxeador, por ejemplo como yo, estaría viviendo bien, como si fuera un futbolista aquí, pero no es el caso.

¿Qué tipo de entrenamiento tiene que realizar un boxeador profesional para estar al 100%?

Se tiene que comprometer en cuerpo y alma con el deporte, intentando entrenar dos veces al día. Comprometerse en el sentido de que tiene que entregar su vida al deporte para estar entrenando. Luego hay gente que no se prepara y sale por dinero y a cobrar la bolsa, pero si quieres ser boxeador de verdad y grande, tienes que centrar tu vida en el boxeo. Luego hay que hacer dieta, que en el caso de que te cueste dar el peso tiene que ser más estricta. Dependiendo de la fisonomía del deportista, a lo mejor le permite a unos ir más tranquilos a la hora de comer que a otros. Pero tiene que ser un compromiso de verdad, porque tú vives por y para el deporte. Depende de qué cosas, no puedes hacerlas. Tienes que valorar a la hora de irte hacia allá o hacia acá, saber si eso puede comprometer tu desarrollo a la hora de poder entrenar. Hay que tenerlo muy claro, y la gente que no lo tiene, es la que no llega porque se pierde en la noche, en accidentes que no deberían haber tenido, o que faltan mucho a sus entrenamientos, porque no acaban de comprometerse lo suficiente.

Aunque ya has colgado los guantes, ¿sigues vinculado al mundo del boxeo?

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Todos los días. Es el pan mío de cada día. No me lo puedo quitar de la cabeza. Sigo pensando en boxeo, no como cuando competía, porque lo enfoco de manera diferente, lo enfoco en la enseñanza, en cómo poder mejorar yo como entrenador. Soy muy competitivo, y me ha gustado siempre ser el mejor en todo lo que hago. Quise ser el mejor como boxeador y cuando llegué a un punto donde no podía más, por edad, por la situación, y sobre todo por motivación, que es lo más importante; pues ya me decidí a enfocarme directamente en ser entrenador. Ahora estoy en el camino de ser el mejor entrenador que pueda llegar a ser. Entreno a niños y a adultos, pero me reconozco más con los niños. Me gusta más trabajar con ellos, porque lo agradecen más. Según qué adultos no valoran tanto las cosas, y ves la ilusión de un niño, que le explicas las cosas y se le quedan; y vienen algunos adultos que no tienen la cultura del deporte.

¿Qué valores intentas transmitir a los niños a los que les enseñas a iniciarse en este deporte?

Pues los valores del boxeo: responsabilidad, constancia, sacrificio, nobleza, esfuerzo… Son unos valores que creo que a día de hoy se están perdiendo porque lo tenemos todo muy fácil. Son valores muy importantes, y que al final, bajo mi punto de vista, son los que te van a llevar al éxito, porque no conozco otras maneras de conseguirlo. El camino del éxito es, aparte de tener la suerte en el momento adecuado, tener capacidad de trabajo. Esa es la lectura que hago, y se lo comento a los padres. La explicación que les doy cuando van a apuntar a su hijo al gimnasio es que, más allá de que vaya a ser o no boxeador, si conseguimos que el niño se comprometa con el deporte, que no falte ningún día, que esté en condiciones cada vez que viene a entrenar, aunque esté cansado o sobrecargado; ese niño (o ese adulto), el día de mañana podrá plantearse conseguir cualquier cosa. A veces los padres me dicen que el niño lo va a dejar porque se ha cansado. Yo les digo: «¿y si quisiera dejar el colegio?», y ellos responden: «ah, no, eso no». Se trata de no dejarles ninguna fisura, porque si el niño entiende que esta es la manera de poder abandonar algo, pues esta vez lo hará con esto, pero la próxima lo hará con otra cosa. En cambio, si conseguimos que ese niño entienda que la única salida es enfocar el problema y tirar para adelante, puedes hacer que esa persona cambie, que esa persona entre por el camino. Por eso es una terapia que estoy utilizando con niños, o con personas que tienen problemas de audición, o personas que han tenido problemas en su vida, pues hay que enfocarlo por ahí; lo que pasa es que es un camino duro, que no todo el mundo quiere.

¿Qué crees que es lo más importante que has aprendido durante tu etapa como profesional?

Lo más importante que he aprendido es que al final, tanto en el boxeo como en la vida, está uno solo. Que todo lo que no seas capaz de hacer por ti mismo, nadie te lo va a venir a hacer.

Sabemos que estás trabajando con nuestro compañero de Resistencia Literaria, Sergio Bonavida Ponce, sobre la posibilidad de escribir tu biografía. ¿Qué es lo que te ha llevado a plantearte este proyecto?

Pues lo he tenido en mente, este proyecto, y he intentado llevarlo a cabo también a nivel audiovisual. He estado mirando con una productora para poder hacerlo, y creo que a lo mejor, si esto funcionara (soy muy optimista, je, je), tendría ganas de hacer algo ahí. De hecho alguna vez, por Facebook, he ido contando artículos, pero cuando te vi a ti en la página de La Llagosta promocionando tu libro, me entró como una luz, y me dije: «¿por qué no?». Puede ser una buena idea de hacer algo chulo con Sergio y aprovechar lo que ha sido mi vida, que no será ni más ni menos que otras, pero es mi vida, y a lo mejor puede contarse de una manera atractiva. Creo que uno de los fallos que he tenido en mi carrera ha sido la falta de promoción, saber venderme, y puede que esta sea una manera de poder hacerlo.