Hoy presentamos en nuestro espacio de entrevistas del miércoles a Virginia Alvarado, autora de La sombra invisible.
¿Cuándo empezaste a escribir?
Me recuerdo siempre escribiendo, desde que era muy pequeña. A los siete años, gané mi primer concurso literario. Desde ese momento, nunca he dejado de escribir: empecé por relatos, cuentos y pequeñas novelas infantiles, hasta que poco a poco me he ido esculpiendo en mi estilo y he llegado a lo que escribo a día de hoy, la novela de ficción.
Tu primera novela es La sombra invisible, que ha sido publicada hace poco por la editorial Atlantis ¿Cómo estás viviendo esta primera experiencia? ¿Está cumpliendo las expectativas?
La verdad que lo he vivido y lo estoy viviendo con muchísima ilusión. Siempre fue mi sueño el llegar a publicar una novela, pero realmente nunca he escrito con este fin. Ahora que he conseguido publicar, me parece una experiencia maravillosa, la verdad, aunque es verdad que quizá algún aspecto lo imaginaba distinto. Pero no tengo ninguna queja, todo lo contrario. Como primera experiencia está siendo muy plena (en parte porque a nivel personal me lo estoy currando mucho) y cumple las expectativas que tenía totalmente.
Has estudiado genética y tienes un Máster en antropología forense… Parecías destinada a hablar de ciencia en esta primera novela ¿Donde acaba la Virginia científica y empieza la Virginia escritora?
En esto tengo un pequeño problema. Resulta que, en el ámbito científico, no soy lo suficientemente científica, y en el ámbito de las artes, no soy lo suficientemente artística, ya que tengo esa mente analítica y un poco cuadriculada típica de la ciencia, pero a la vez soy muy creativa y sensible. Es una mezcla un poco rara que me hace desentonar en ambos mundos, aunque no puedo quejarme de los resultados. Quizá es eso lo que les da el toque a mis novelas, que tienen un poco de ciencia y un poco de arte. La Virginia científica y la escritora se mezclan sin quedar muy diferenciadas la una de la otra.
He leído en alguna entrevista que la idea de la novela se te ocurrió mientras trabajabas con animales en un laboratorio ¿Puedes explicarnos un poco aquella experiencia?
A lo largo de mi carrera hice varias practicas con animales. Al principio, aunque no me gustaban, las hacía sin pensar mucho, con insectos u otros animales similares. Pero poco a poco se me hizo imposible, sobre todo cuando era con ratas o ratones. La mayoría de ellas pude evitarlas, pero en mi último año de carrera, me obligaron a asistir a unas particularmente desagradables. Lo pasé fatal, lloré muchísimo.
¿Crees que es ético progresar científicamente sin mirar todo lo que hay detrás de esos avances, como ocurre en la mayoría de los casos?
La ciencia es un negocio, y como tal intenta sacar los máximos beneficios. Entre eso y que se dedica poco dinero a investigación, se tienden a utilizar métodos que no son los más correctos, pero son baratos y rápidos (relativamente). Detrás de un avance científico hay muchísimos fracasos, y la mayoría de ellos cuestan la vida a millones de animales: ratones, perros, monos… Hay que cambiar este modo de hacer ciencia.
¿Cómo crees que las nuevas tecnologías y las redes sociales pueden ayudar a los autores que, como tú, están empezando?
Hoy en día, el mundo se mueve por las redes sociales. Si no estás en ellas, no eres nadie (o eso dicen). Así que creo que es importante dar difusión y aparecer en redes sociales, contactar con blogueros y dar visibilidad a tu novela, porque si no lo haces tú, nadie lo va a hacer por ti. Una vez publicada la novela, hay muchísimo trabajo que hacer.
Háblanos un poco de tus proyectos.
La mayoría de mis ideas son para gritar algo que no me parece bien. Mis novelas son mi manera de hacer activismo. Ahora mismo estoy casi terminando un proyecto que me gustaría presentar a concurso. Es una novela del mismo tipo que La sombra invisible, pero a la vez muy distinta, mucho más cruda. También tengo en mente un par de ideas interesantes, y una novela a medio hacer que espero retomar cuando termina la actual. Una vez empiezas con esto, ¡es imposible parar!