Hoy nos acompaña Ana Orgaz, autora de la novela Negro y Gris.
¿Qué te llevó a escribir y, posteriormente, a publicar?
Escribo desde que era muy pequeña. A los ocho años ya escribía relatos y cuentos y en mi adolescencia empecé a tomármelo más en serio. Siempre he tenido mucha imaginación y me ha gustado crear historias, pero probablemente lo que más me haya animado a plasmarlo en papel haya sido que mi abuela paterna escribía poesía. Cuando empecé a escribir pasé un tiempo viviendo con ella y la veía hacerlo constantemente. Quería imitarla. Pero me gustaba más la narrativa. En cuanto a publicar: Llegó un momento en que quería compartir lo que escribía, quería saber si a los lectores les gustaba y, por supuesto, siempre ha estado ahí la ilusión de dedicarme a la escritura profesionalmente, así que, ¿por qué no probar suerte?
¿Cómo ha sido tu experiencia de publicar a través de una editorial tradicional?
Es una locura. Es decir, claro que he soñado con esto muchas veces, pero siempre ha sido eso, un sueño. Que una editorial, un grupo de profesionales, haya confiado en mí y en mi novela hasta este punto me hace sentir muy orgullosa, pero también me doy cuenta de que aún me queda mucho por aprender de este mundillo. No es solo escribir y publicar. La promoción, las correcciones, los detalles, las presentaciones… Todo se me hace un poco caótico y a veces aún me cuesta adaptarme. Pero como digo, si Singlator ha confiado en mí y en mi historia sé que tengo que dar lo mejor que tenga para estar a la altura.
¿Y qué piensas de la autopublicación?
De hecho, antes de que Singlator se interesara por Negro y gris, yo ya lo había autopublicado. Creo que a pesar de ser un método, por decirlo de alguna manera, más simple de publicación, es mucho más complicado sacar adelante un libro de esta manera. Con la autopublicación las ganancias son mínimas si es que consigues sacarle algún beneficio económico a tu trabajo. Tienes que imprimir varias versiones de prueba para comprobar que todo está bien, además de llevarte un porcentaje pequeñísimo de las ventas de cada ejemplar. Lo peor de la autopublicación es la promoción. Cuando publicas con una editorial, esta se encargará de hacerte publicidad, de organizar presentaciones, etc. Imagina hacer todo esto sin un grupo de profesionales que te respalden. Creo que las personas que autopublican son de lo más valientes y que tienen muchísimo mérito. También creo que se debería valorar mucho más a los autores autopublicados y, al menos, darles la oportunidad. Conozco libros que han sido autopublicados por Amazon KDP que son mejores que muchísimos que han sacado editoriales grandes.A veces un autor solo autopublica porque no quiere atenerse a un contrato o, simplemente porque las editoriales no dan abasto para leer todos los manuscritos que les llegan. Eso no significa que un libro sea malo.
Como lectora, ¿tienes algún género o autor favorito?
Leo un poco de todo, pero los géneros que más me gustan por encima del resto son el thriller, misterio, terror y fantasía juvenil. Entre autores, me quedo sin duda con Stephen King, adoro todas sus historias, me encanta el estilo que tiene y la originalidad de sus obras. Como autor español me encanta Carlos Ruiz Zafón, especialmente la saga El cementerio de los libros olvidados. Me parece mágica. De fantasía tengo que mencionar a Sarah J. Maas, que me ha enamorado con la trilogía Una corte de rosas y espinas.
¿Cómo definirías tu estilo?
No estoy segura de querer tener un estilo concreto. Creo que ahora mismo lo que más caracteriza mis obras, tanto Negro y gris, como algunos relatos que he escrito, como otros proyectos que estoy preparando, son los giros de trama, la sorpresa. Me encanta ese momento en que el lector se da cuenta de que todo se da la vuelta y se pregunta “¿Qué acaba de pasar aquí?”. Quizá también se pueda considerar un poco oscuro, creo que puede ser influencia de Stephen King, pero no puedo evitar meter escenas oscuras y un poco crudas. De todos modos, aunque pienso que lo dicho forma parte de mi estilo, no me gusta ceñirme a uno concreto, sino ir probando. Siempre he escrito suspense, misterio o fantasía que es lo que más me atrae. Pero me gustaría probar a escribir algo de romántica, por ejemplo, a ver qué tal se me da y cómo me adapto.
¿Cuál es tu método de trabajo? ¿Tienes alguna manía a la hora de ponerte a escribir?
La verdad es que soy un poco desastre, pero yo me entiendo. Quiero decir, voy apuntando mis ideas según se me van ocurriendo y luego me encuentro con pedazos de novela en cuatro cuadernos distintos y el bloc de notas del móvil. Con Negro y gris prácticamente todo lo fui escribiendo sobre la marcha, aunque tuviera la trama en sí ya pensada. Pero ahora trato de organizarme mejor: esquematizar, resumir, hacer fichas de los personajes… No sé si será una manía como tal, pero desde hace un tiempo intento esforzarme en escribir un poco cada día. La inspiración viene sola, pero solo cuando quiere, y no puedo estar esperándola, así que sigo avanzando y ya habrá tiempo de cambiar, añadir o eliminar detalles.
Tu libro, Negro y Gris, ¿es novela negra o tiene características distintas de las propias del género?
De hecho hasta que Marcos (mi editor) me dijo que era un thriller psicológico, no sabía cómo catalogarla. Principalmente se trata de una novela negra, pero también incluye ciencia ficción, incluso algunas personas podrían decir que fantasía. No es la típica novela policiaca o de misterio en la que todo se basa en resolver un crimen. Tiene giros que no creo que pueda esperarse el lector y que le dan la vuelta a todo.
El personaje de Zoe, la protagonista, ¿cómo surgió?
Empecé a escribir Negro y gris saliendo de la adolescencia, tenía más o menos la misma edad que Zoe. Así que he conocido personas que han pasado por cosas parecidas a la protagonista y me parecía natural su actitud aunque fuera algo desagradable. Con la evolución de Zoe a lo largo de la novela espero que los lectores más adultos se den cuenta de que incluso en ese extremo, a base de experiencia, las personas aprenden y crecen. También que los más jóvenes aprendan de las consecuencias que puede acarrear ese tipo de actitud.
¿Cómo está siendo la acogida por parte de los lectores?
Lo cierto es que estoy muy contenta con las opiniones de los lectores con respecto a la novela. Todas las reseñas que he podido leer de Negro y gris son muy buenas y muchas personas me han hablado personalmente para contarme su impresión. Lo que más me gusta es que se vuelvan locos, antes de acabarla, haciéndome preguntas por no saber qué esperar del desenlace, que se sorprendan. Y hasta ahora lo ha conseguido. La verdad es que me siento muy orgullosa y quería dar las gracias a todas las personas que le han dado la oportunidad. Para mí es muy importante.
¿Cuáles son tus sueños como escritora?
Creo que mi sueño principal lo he alcanzado, que era el de publicar una novela de manera profesional. Llegados a este punto, quiero seguir avanzando. No sé, como cualquier escritor, imagino. Llegar a muchas personas y que mis libros gusten, que sean reconocidos, poder dedicarme a esto. Sería la persona más feliz del mundo si mi trabajo se basara en escribir diariamente. Es muy difícil, pero voy a seguir luchando por ello. Tampoco es que sea capaz de dejar de escribir.
¿Algo más que te apetezca contarle a nuestros lectores?
Para empezar quisiera dar las gracias a todas las personas que han invertido unos minutos de su tiempo en leer esta entrevista y a los trabajadores de esta revista por concedérmela. Y cómo no, hacer un poco de “spam” y contaros que, aparte de Negro y gris, está a punto de publicarse un breve recopilatorio de algunos de mis relatos y textos llamado Querido espejismo. En él se puede ver mucho de mí. También estoy trabajando ahora en una saga de fantasía juvenil, que creo que va a gustar mucho. Así que espero poder hablar también de ella por aquí algún día.