Nos acompaña Manel Vega, periodista y autor del libro El federalismo visto por Isidre Molas que sale a la venta el próximo 10 de mayo.
El libro lleva por título El federalismo visto por Isidre Molas. ¿Quién es Isidre Molas?
Isidre Molas es un catedrático jubilado de derecho constitucional y un político socialista, cofundador del PSC. Hermano de Joaquim Molas, el mal llamado <<mandarín de la cultura catalana>>, quien fue también catedrático, pero de literatura catalana. Joaquim Molas fue, junto al editor J.M. Castellet (†), el <<Google>> y la <<Wikipedia>> de la época de la mayoría de los escritores catalanes, desde Baltasar Porcel (†) hasta Quim Monzó, pasando por Montserrat Roig (†). Por cierto, Albert Manent (†) es el Salvador Espriu (†) de mi generación. . Conocí a Isidre Molas, como a tantos otros entrevistados, cuando, hace más de una década, cursaba la Licenciatura en Periodismo en la Universitat de Vic (UVic). Y fue, precisamente, gracias a su hermano, Joaquim Molas, quien me facilitó su contacto, con motivo de la publicación de su libro de memorias El meu temps de presó: 1962-1963. Trencadís de records (Mi tiempo en prisión: 1962-1963. Mosaico de recuerdos). Isidre Molas acaba de publicar su segundo libro de memorias, Quan tot ens semblava possible (Cuando todo nos parecía posible). A diferencia del anterior y primero, la obra es más que un mosaico, un retal de recuerdos. Pero el título de la obra es conveniente para el caso que nos ocupa, que es el federalismo y el poder. Él, a diferencia por ejemplo de Xavier Rubert de Ventós, creyó, junto a muchos otros, que todo parecía -y, sólo por eso, era ya- posible, incluso una democracia sin transición. No estoy de acuerdo, añadiré, con su idea del tiempo. Él cree que el <<mañana>> no es cuando usted y yo nos despertamos y levantamos -es decir, mañana a primera hora, o por la mañana- sino pasado mañana, si acaso el mes o el año que viene. O si no dentro de una década. Esto es castrante. Y él es la viva imagen del problema catalán y español, entre otros. Y de la reforma de la Constitución española y del Estado de las Autonomías, que él define como <<federable>>. De estar en un Estado unitario y de no estar en un Estado federal. Forma parte, aunque reniegue de ello, de la llamada <<Generación del Paraninfo>>.
¿Quiénes formaban la «Generación del Paraninfo»?
La <<Generación del Paraninfo>>, o <<Generación Sándwich>>, está formada por los universitarios nacidos durante la Guerra Civil -año más, 1940, cuando nació Isidre Molas, año menos, 1935, cuando nació el catedrático de literatura española Joaquim Marco (†)-, que el 21 de febrero de 1957 se encerraron en el Paraninfo de la Universidad de Barcelona con motivo de la primera Asamblea Libre de Estudiantes. Conocí al sociólogo Salvador Giner (†), miembro de la <<Generación del Paraninfo>>, con motivo de la publicación de su libro El futuro del capitalismo. Lo entrevisté. Y, durante el encuentro, Salvador me habló de la posibilidad de conocer a más miembros de la <<Generación del Paraninfo>>. Sobre todo, a quienes él tenía más a mano, más allá del listín telefónico, porque no se encuentran en Internet, ni tampoco en la agenda de cualquier periodista, y a mí me fuese más difícil saber de ellos, ya fuera por desconocimiento, o por inaccesibilidad, como por ejemplo algunos comunistas o miembros del opus dei, y sus compañeros de viaje. Salvador Giner fue generoso conmigo. Un artífice e, influido por su amigo J.M. Castellet, el máximo exponente de la <<Generación del Paraninfo>>. Decidí empezar a entrevistar a aquellos que trabajaron desde más pronta edad y publicaron en catalán en Dictadura, como por ejemplo poemas en las Antologías Poéticas Universitarias. El escultismo, como también el antologismo, son dos movimientos político-sociales, dicho de otra forma: infantiles y juveniles, importantes en Catalunya. Tal y como con Isidre Molas, y como con muchos otros, la relación personal se alargó también en el tiempo con Salvador Giner, alternando encuentros y conversaciones en su despacho de presidente del Institut d’Estudis Catalans (IEC), en el restaurante Antic Forn o por correo electrónico, donde me mostró su faceta más académica. Y terminó de forma abrupta ahí: dejó de hablarme tras hacerle una broma sobre el presidente Jordi Pujol.
¿Cómo surge este proyecto?
En aquel entonces, yo tenía pinta de desmelenado, pero con el atractivo del interés por la cultura. Leer y, sobre todo, leer libros es algo que recuperé de mi infancia al llegar a la Universitat de Vic (UVic). Y tanto la forma, esta fachada de indignat (indignado), como el fondo, las horas de lectura y la capacidad de trabajo, me abrieron puertas, a diferencia de a muchos otros, algunos hijos y nietos, incluso de los entrevistados, que estaban desculturalizados y despolitizados, y sus intereses giraban o se concentraban en otros asuntos. Y estas puertas, que algunas fueron las entrevistas, con un cada vez más afinado método socrático, me llevaron a poder hacer tanto la entrevista de actualidad, en mi caso, política o cultural, como la entrevista de personaje. Por tanto, el proyecto surge antes del proyecto. Nace, más que de mi infancia e interés por los libros, de mi adolescencia y pérdida de interés por ellos. De cuando nos hicieron creer de otra forma diferente a la anterior generación en la obligación. En la lectura como obligación. En el deber. En las lecturas obligatorias como deberes. En que la libertad mía acaba donde empieza la de usted. En los grises. En la mal entendida <<empatía>>. Que no hay blancos ni hay negros. Que todo es gris. Que la verdad no es una, sino varias. Y cada uno tiene la suya. El relativismo, incluso moral, con el laissez faire, laissez passer, le monde va de lui même, que por cierto profesaba Joaquim Molas. Esto es el principio del fin del periodismo. Educar a toda una generación en que la verdad es algo que puede llegar a ser moldeable e irreal.
¿Por qué eligieron el formato entrevista?
Hablo por mí, no en representación de los dos o Isidre Molas, elegí el formato entrevista -la pregunta, la respuesta y la repregunta- porque creo que es el mejor, e incluso único, género periodístico, y que además te permite poder hablar con toda clase de personas y con ello de toda clase de temas, como el del federalismo y del poder. También porque, a pesar de todas las ventajas que nos ofrece la tecnología, como la autopublicación, es necesaria una cierta infraestructura y proyección pública para llevar a buen puerto un proyecto, como puede ser un libro. El mundo del libro y, por ende, el mundo periodístico, ya que la mayoría de las veces en Catalunya y en España suelen bailar agarrados, y es así porque el poder está concentrado en pocas manos, tema del que hablaré más adelante, ya no siguen las mismas reglas de la época -en Catalunya, conocida como de <<represa>> (recuperación)- en la que algunos de los miembros de la <<Generación del Paraninfo>> empezaron a dar sus primeros pasos y a hacer pinitos como escritores y periodistas. ¡Y ya no hablemos de generaciones posteriores! Esto no quiere decir que haya cambiado nada, ¡al contrario!, sino que las reglas son otras, mercantiles. Y éstas no se enseñan en la universidad, craso error inexcusable de los centros educativos. Es más, prueba de que, cuanto más tiempo pasa, peor y, además, llega a despropósito y esperpento absoluto es que se publican libros a granel, como los de Planeta o Anagrama, pero personas tan importantes como un Joaquim Marco, a quien ya he citado, o el abogado laboralista Francesc Casares (†), han tenido en su senectud serias dificultades, incluso decepciones, para encontrar un editor.
Para quien no lo tenga claro, ¿de qué se habla cuando se habla de federalismo?
De poder. A diferencia de otros temas, como el “procés” en Catalunya, o las elecciones en Madrid, se habla, si éste es legítimo, de autoridad. Cuando se habla de <<federalismo>> en Cataluña y en España, no se habla de un ideal ni de un instrumento político. Ni en los tiempos de Pi i Margall y la primera República. Y, sin duda, lo es también, muestra de ello, mi conversación con Isidre.Tampoco se habla de una tercera vía política. No es la contra del “procés” catalán. Cuando se habla de federalismo se habla de cómo poner orden en un país como el nuestro, intergeneracional y plural, dos de los y sus mayores tabúes, sostenidos tanto en las calles como en el Congreso. Por eso se habla tan poco. Y una vez con cada generación, como con El federalismo visto por Isidre Molas. Es decir, se habla nada porque no interesa.
En el prólogo a la nueva edición hace referencia a la pandemia, ¿cómo ha vivido (y está viviendo) esta situación?
¿Actuará de oficio La Haya, el tribunal penal internacional? ¿O tendrá el mismo problema que la Unión Europea, es decir, que está formada por Estados miembros a quién juzga, ya sea a sus ciudadanos ya sea a ellos mismos? Hablo por mí, de nuevo, no en representación del resto de periodistas, ni como ejemplo de periodista afectado por la pandemia de COVID-19, quienes, en contados casos, como el del periodista Iker Jiménez, se han posicionado al lado del poder. He vivido la pandemia como cualquier hijo de vecino: con derechos fundamentales violados. Con familiares, amigos, conocidos y saludados con/o muertos por el virus de la COVID-19. Desde enero de 2020 se intuía, si no se podía saber ya, la gravedad y el alcance de la popularmente mal llamada <<gripe normal>> o <<gripe de los chinos>>. Y no se hizo nada. Se dejó a todo el mundo solo hasta marzo y la Declaración del Estado de Alarma y el Confinamiento por la pandemia de COVID-19 en España. Tras esto, aún no se ha hecho nada. No hay regularización de esta <<nueva normalidad>>, por no hablar ya de legislación. Laissez faire, laissez passer… ¿Recuerda? Se llegó en Cataluña y en España tarde y mal con la mascarilla y el lavado de manos, que era una de las primeras medidas de prevención de contagio e higiene ante la situación en Italia, en China y global. Y se llegó tarde y mal con la distancia interpersonal y la limitación en la movilidad. Y se vuelve a llegar tarde y mal con el contagio por aerosoles y espacios cerrados. Vamos a ver, finalmente, si la solución sanitaria, la vacuna, no se nos vuelve en contra y se convierte en un problema más, a la espera de medicamento eficaz. Y si se implementa, de una vez por todas, la cogobernanza, como posible solución política. <<La pela és la pela>>, se dice en Catalunya desde tiempos inmemoriales. Hay un chiste que dice que, ante la presencia de toda la familia velando a la abuela, acaba preguntando ella: I qui collons hi ha a la botiga, si tots esteu aquí? (¿Y quién coño está en el negocio familiar, si todos estáis aquí?). Una desescalada de vaivenes causa de una presunta primacía de la economía ante la salud, que no es tal, sólo con la mente en los fondos europeos, y que directamente no ha afectado a ningún político ni gobierno, ni tampoco partido político. Y aún se sigue así, y una de las preguntas de este fin de año con la última campanada es: ¿Hasta cuándo?
¿Cree que queda algo del periodismo clásico?
El periodismo, o el periodismo clásico, está allá por donde mire. Si usted sale a la calle y ve a un grupo de personas hablando verá periodismo. Si para l’orella (acerca la oreja), y escucha, con atención, a dos personas, puede de ello sacar una crónica. Si usted sale a la calle y pasea por un barrio verá periodismo. Si tiene bon nas (tiene olfato), y se acerca, con prevención, a un edificio, puede de ello sacar un reportaje, e incluso una scoop (noticia bomba). Y así hasta los cinco sentidos, ¡y sin contar con el tiempo o el lugar! Porque, claro está, dos personas y un edificio de hace 100 años y de ahora no tienen nada que ver, como tampoco nada que envidiarse.
¿Qué proyectos tiene en estos momentos?
Estoy acabando de pulir El <<procés>> catalán visto con Xavier Rubert de Ventós. Será un libro sobre el pensamiento y acción del filósofo y del político Xavier Rubert de Ventós. Es la segunda parte de una trilogía, que trata sobre la soberanía y la identidad, ya que la una crea a la otra, y viceversa. De la llegada al poder de los socialistas y de los socialdemócratas, sobre su auge y su caída en Cataluña y en España. El federalismo visto por Isidre Molas y El <<procés>> catalán visto con Xavier Rubert de Ventós son dos caras de una misma moneda, como ya dije más arriba: El intento de encaje de Catalunya en España, como por ejemplo con el enésimo y malogrado Estatut (Estatuto) de 2006. El último libro, La otra Generación del Paraninfo, es el uno y el otro. Lo mismo y lo contrario. Esta trilogía trata, sobre todo, del poder. De cómo ordenarlo, clasificarlo y organizarlo. Del período histórico conocido como Democracia española. De la “nación” y de la diferencia que hay entre escribirla con una “n” minúscula, es decir, como nación sin Estado (Catalunya), o con “n” mayúscula, es decir, como nación con Estado (España), y así inmovilizar y perpetuar la soberanía y la identidad. Y también estoy acabando de crear y llevar a cabo un programa de televisión de entrevistas.