Hoy nos acompaña Juan Francisco Marín, autor de novela y relatos, para presentarnos su último libro Relatos, falsos poemas, cosas.
¿Cómo surgió en ti la vocación literaria?
Pues fue un poco tardía. Siempre fui de letras, de hecho estudié Derecho. Pero no tenía previsto escribir. Descubrí en Internet la existencia de Twitter, los blogs… Decidí intentar escribir algo y vi que era capaz de crear pequeños relatos. Me animé y continué escribiendo, aunque sin demasiada constancia y sin pensar en publicar.
Una doble pregunta: ¿cuáles son tus autores favoritos, y cuáles los que ejercen una mayor influencia en tu estilo?
Uno de los libros que más me ha marcado es Retorno a Brideshead, de Evelyn Vaughn. Por la creación de personajes y atmósfera. Sin embargo, se trata de una obra muy diferente a lo que yo escribo, salvo sutiles influencias, como algunas imágenes referentes a la religión…Y no diré más por no hacer «spoilers». En los relatos de tipo humorístico o en mi única novela, Labrador de Medianoche, hay influencias de Valle-Inclán o, más actual, Eduardo Mendoza, salvando todas las distancias y sin ánimo de compararme, por supuesto. Se trata de un humor exagerado, surrealista y esperpéntico. Y, por último, algunos textos tienen ciertas semejanzas con Bukowski, pero se trata más de coincidencias que de influencias premeditadas.
¿De dónde nacen las ideas para tus libros?
No suelo tener un argumento elaborado y previsto. Labrador de medianoche iba a ser un relato corto. Tuve algunos capítulos guardados bastante tiempo. Finalmente, se convirtió en novela sobre la marcha. En cuanto a los relatos cortos, no escribo con frecuencia. Simplemente a veces se me ocurre una idea e intento plasmarla antes de que se esfume. Por lo que respecta a las «reflexiones», algunas se inspiran en vivencias o pensamientos personales, más o menos exagerados y otras son ficciones. Según el caso.
Has escrito un libro de relatos, Relatos cortos, reflexiones, desvaríos; una comedia, Labrador de Medianoche; y ahora presentas Relatos, falsos poemas, cosas», un libro intimista y reflexivo. ¿En qué género te sientes más cómodo cuando escribes?
Por ahora, me siento más
cómodo en los relatos y las reflexiones breves. Me cuesta más elaborar una historia larga.
En Relatos, falsos poemas, cosas las reflexiones tienen un denominador común: el pesimismo, aunque con matices que abren puertas a la esperanza. ¿Te consideras una persona pesimista?
No. Pero escribiendo, a veces exagero los aspectos negativos y surgen hipérboles. A modo de catarsis o desahogo.
¿Buscas un estilo propio, o prefieres trabajar con formatos distintos en cada una de tus obras?
Pues ambas cosas. Probar diversos formatos, pero con cierto sello propio,
¿Autopublicación o editorial tradicional?
Por ahora he acudido a la autopublicación. Supongo que tiene sus ventajas e inconvenientes. La libertad creativa es total. Pero después resulta difícil, rozando lo imposible, dar a conocer los libros. Los tiene que promocionar uno mismo, con pocos medios.
¿Qué acogida está teniendo tu novela entre los lectores?
Se trata de tiradas modestas. Pero por ahora, diría que este libro es el de mejor acogida.
¿Estás trabajando en algún nuevo proyecto literario?
Hay un borrador de continuación de Labrador de medianoche. También tengo en mente un experimento, intentar escribir una novela a medias con otra persona. Me encuentro en la búsqueda…
¿Algo más que te apetezca contarle a nuestros lectores?
Les animaría a intentar conocer a autores modestos independientes, autopublicados o no. Una de las vías es Twitter.