Nos alegra que hoy nos acompañe Pilarín Bayés, ilustradora de larga trayectoria profesional.
¿Desde cuando dibuja?
Si digo la verdad, casi no me acuerdo porque fue en la prehistoria de los tiempos, porque ya soy muy mayor. Mis primeros recuerdos son dibujando. Siempre me ha gustado mucho y tengo 77 años Y mi abuela que era hija de un pintor, el que introdujo el paisajismo aquí, que era un pintor bueno, Joaquín Vayreda… Siempre me decía este dibujo te ha quedado bien, o este te ha quedado no tan bien. Y me daba una peseta, que llamaban «rubia», que acababan de salir… Que hoy en día, no sé lo que sería una «rubia»… Menos que un céntimo de euro, pero yo me quedaba muy contenta con ella.
De todos los libros que ha ilustrado, ¿cual es su preferido?
Bueno, tengo casi mil libros… Me faltan pocos para tener mil. Ha sido una vida profesional larga, desde hace 57 o 58 años que lo hago. Quizás los que me han costado más. Por ejemplo uno que hicimos en Barcelona para una exposición sobre la explosión de Hiroshima. Fue un poco difícil de dibujar, porque yo siempre pongo un poco de broma aunque sea en un entierro, pero claro en esto de Hiroshima las bromas tenían que ser muy comedidas. Y lo pasé mal en este aspecto… Recuerdo un dibujo de la sillería de la catedral de Córdoba que es una sillería barroca…Que me volví «mico» para conseguirla, pero que en cambio me gustó mucho cuando la tuve dibujaba. Me gustó mucho un libro que hicimos sobre la Pedrera y este lo recuerdo porque disfruté mucho porque generalmente hacemos una biografía de un arquitecto o de un pintor o de una pintora… Bueno una gran personalidad. Y eso comprende cuando era pequeño, cuando era mayor… En cambio dedicar un libro a un solo edificio para mí fue muy bonito.
¿Algún libro que le gustaría ilustrar?
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Sí, hay muchos. Mira, de biografías la que me haría mucha ilusión… Y no sé, porque ahora ya han pasado tantos años, pero todavía tengo la esperanza de conseguir… Sería una biografía de Josephine Baker, que fue una vedette de los años veinte y principios de los treinta. Después de la guerra mundial olvidó, como si dijéramos, todas sus preocupaciones de ser la más guapa y la más estupenda y se dedicó a recoger niños de diferentes países y los organizó a todos en un castillo para alimentarlos.

¿Qué cree que significó Cavall Fort entre los niños catalanes?
Bueno, estuvo muy bien. Yo empecé a trabajar con ellos un año después, porque justo cuando lo hacían en aquel momento estaba prohibido hacer revistas en catalán y entonces lo hicieron como si fuera un panfleto o una comunicación del obispado de Vic. Teníamos un señor obispo muy sensible a estos temas. Y entonces yo vivía en la plaza de la catedral y un amigo mío que, era de uno de los organizadores, les dijo: «aquí hay una chica que empieza a dibujar, a ver si le dais algún trabajo». Yo mandé mis pruebas o mis sugerencias. Y al cabo de dos otros días me encontré por Barcelona con uno de los organizadores y yo pensé: «ahora me dirá que bonitos los dibujos. Qué suerte, qué bien», pero me dijo: «son una birria, los dibujos son una birria. Y están muy despeinados. Cuando los peines ya hablaremos». Y al cabo de un año volvieron a ver al señor obispo y vino a mi casa y dijo: «ya has hecho un libro en el que están un poco más peinados, te permito trabajar en esto». Para mí la verdad es que fue estupendo. Ellos tenían un lema: «amor y respeto por los niños que han de leernos». Y siempre me ha parecido que los dibujos pueden quedarte más o menos bonitos, pero que es muy importante que tú hayas dado lo que consideras que era lo máximo de tus posibilidades. Y este lema, te digo la verdad, lo continuo utilizando.
¿Cree que su estilo ha ido cambiando a lo largo de los años?
No, no. Bueno, yo desde muy chica, como te decía, siempre dibujaba… Yo creo que hay dos clases de gente artística. Y quizás está mal compararse con los maestros, pero para esto son maestros. Picasso es un señor rompedor. Tenía época azul, época negra, época rosa… Corta como con un cuchillo cada época. Hay gente que un día mete la pala en un agujero y toda su vida está profundizando en el mismo agujero. Estilo Miró. Miró pintaba a veces un poco diferente pero siempre ha dado vueltas alrededor del mismo estilo. Yo creo que soy de esta clase, que casi lo mismo que dibujaba cuando tenia seis o siete años lo he ido dibujando toda mi vida. Evidentemente, algo debo haber aprendido, no seré tan tonta que no he aprendido nada (risas). Pero todo lo aprendido son minucias técnicas por ejemplo, como conseguir que en un dibujo lleno de multitudes, el protagonista sobresalga… Cosas de este estilo, pero en el fondo siempre desarrollo la misma historia.
¿Encuentra una diferencia muy grande entre ilustrar para niños y las caricaturas para adultos?
Yo he hecho también una carrera muy larga haciendo chistes para el diario de nuestra comarca. También he trabajado en el Correo catalán también para Cataluña Cristiana. Aquí lo hago para adultos. El estilo no cambia mucho, pero la mala idea sí. Yo creo que a los niños hay que darles… Tampoco ocultarles del todo la realidad, pero en principio darle un mensaje positivo. A veces me lo han echado en cara, a veces me han dicho que esta es una… Aquí decimos «una madre cantora.» Una madre demasiado buena, demasiado protectora… Bueno, la gente que lo opina, por algo lo opina. Ellos deben saber. En cambio los adultos, un poco de mala idea, un poco de crítica… No me gusta criticar siempre a los mismos porque esto sería como coger una cabeza de turco. Pero tenemos el privilegio de poder criticar cosas de la sociedad y cuando me dirijo a los adultos, a los que son como yo diríamos, entonces hablo con toda libertad, con toda la mala idea que convenga.
¿Cómo fue ilustrar el Romancero gitano de Lorca?
Bueno, este Romancero gitano que salió el año pasado o a mediados de este, no recuerdo de él, yo lo tenia dibujado para mi novio que tenía entonces, que después fue mi marido, un día que no tenía ningún dinero para hacerle un regalo. Lo habíamos leído juntos… Yo había hecho mi primer viaje importante de la vida, que fue a Andalucía y me impactó mucho por su paisaje, por la manera de ser de la gente. Fue para mí fue un viaje iniciático y el entender que el mundo era muy grande, y muy interesante y muy estupendo. Y entonces casi vino rodado el dibujar este Romancero; que además García Lorca, en aquel momento en que lo hice, sería el año 61 o cosa así, Lorca era un personaje muy poco expuesto. Se hablaba de como en voz baja, pero mi madre tenía unos parientes andaluces que le habían conocido y todo junto fue estupendo.
¿Qué le diría a los ilustradores y dibujantes que empiezan?
Yo creo que el futuro tiene mucho que darles. El futuro les va a dar mucho porque es verdad que habrá muchas cosas que se harán por Internet… Mucha gente dibuja hoy en día por Internet…Yo todavía soy de la pluma y el tintero. No lo digo como un alarde, ni que esto sea mejor. Son instrumentos y en la vida lo que importa es lo que se hace con los instrumentos. Si los instrumentos de hoy en día son más fáciles, mira que suerte que tienen. Si se puede borrar con una facilidad estupenda, que con la pluma no se puede borrar muy bien… En cambio yo creo que los dibujos hechos de verdad por Internet, nunca tienen… Creo que este puntito… Con la pluma es como estar en el circo sin red, tienes más probabilidades de darte un tortazo. Yo creo que tiene mucha más emoción para el público que lo mira y una satisfacción diferente para el que lo realiza… Tienen más alma.
¿Está trabajando en algún proyecto nuevo?
Siempre trabajo en algo nuevo porque nunca paro. En este momento estoy haciendo un trabajo para el monasterio de Sant Cugat. Es un monasterio precioso. Tiene uno de los rosetones que más grandes del gótico mundial, yo creo. Es muy representativo del gótico catalán, que en un momento dado tiene lujo, pero es un lujo muy concentrado… Generalmente es muy austero, pero para mi opinión muy elegante. Y estoy dibujando allí todo de monjes, de peregrinos y los soldados que debían acudir, las mujeres en sus casas, las mujeres del campo. Me gusta mucho enseñar a los niños que gente iba a un edificio en su inicio, con qué medios de comunicación iban… Esto me parece que es para un niño más interesante que quizás la belleza de una línea, que a veces esto los niños no lo captan tanto, porque no tienen la sensibilidad tan educada un adulto. En cambio sí que me gusta mucho que sepan que se hizo en un tiempo en el que no había grúas por ejemplo, que lo hicieron a fuerza de brazos y de manera muy primitiva. Este detalle me gusta mucho comunicárselo a los niños
Han sido una preguntas muy estimulantes.
Encantados de que le hayan gustado.