Silvia Colomé: «Florencia es una ciudad que no deja nunca de sorprender»


Silvia Colomé da Silva nos trae su libro Florencia a través de sus personajes, un maravilloso paseo por esta fascinante ciudad y su historia.

¿Por qué Florencia?

La casualidad. Hace cinco veranos decidí ir a Florencia para estudiar historia del arte e italiano y la ciudad me cautivó. Descubría pequeñas historias a cada paso y me propuse escribir cada día al menos una de ellas, como divertimento, como reto personal. La experiencia me encantó y repetí los años siguientes. Casi sin darme cuenta logré tener un material que ha acabado convirtiéndose en la base del libro. Mi idea era ver más allá de lo evidente, descubrir no solo qué hay detrás de la Florencia que todos conocemos sino también aquello que nos pasa más desapercibido en una ciudad tan rica en arte e impactos visuales. En definitiva, conocerla, comprenderla y aproximarme a su esencia.

¿Por qué hay que visitar esta ciudad?

Florencia es una ciudad universal, su historia es también nuestra historia. Aquí nació el Renacimiento, el Humanismo. Muchos de sus personajes son esenciales en nuestra cultural: Leonardo da Vinci, Miguel Ángel, Galileo Galilei… solo por citar a tres. Además, es un destino imprescindible para los amantes del arte. Subir a la cúpula de Brunelleschi es una de les mejores experiencias que he vivido. Y hacerlo siendo consciente de lo que costó levantarla y de lo que representa, imaginando a Brunelleschi allí mismo, ideando soluciones a grandes problemas, debatiendo con Ghiberti o haciendo los cálculos matemáticos con Toscanelli, eleva la experiencia. Nos ayuda a escuchar su latido, a emocionarnos.

La historia de Florencia es fascinante… así como los personajes que vivieron en ella.

978841801106Lo difícil fue escoger a solo dieciocho. Y tuve que descartar alguno por el camino para evitar que acabase siendo un libro poco manejable. Desde el primero, Dante, al último, Oriana Fallaci, sus vidas son también un recorrido por la historia de Florencia. Con Dante aprendemos, por ejemplo, los dos bandos políticos que durante la Edad Media estuvieron enfrentados: los güelfos y los gibelinos. Vivían en barrios separados que todavía se mantienen. Estos nombres aún resuenan en la calle. Y con la Fallaci, por ejemplo, conocemos el gran aluvión de 1966 que inundó la ciudad, llevándose por delante vidas humanas y grandes obras de arte. O también asistimos al origen de la famosa moda italiana. No solo los personajes nos ayudan a conocer la historia, siempre hay lugares que los evocan. Cuando miramos el Ponte Vecchio también podemos ver el momento en que los Medici decidieron eliminar las carnicerías que tradicionalmente allí estuvieron instaladas para poner en su lugar las joyerías actuales, más acorde a sus preferencias y sobre todo menos apestosas. Recordemos que pasaban por allí para ir al palacio Pitti, donde residían.

¿Serías capaz de elegir un personaje?

Brunelleschi es uno de mis preferidos. Y no solo por la cúpula, el gran símbolo y, todavía hoy, motivo de orgullo de la ciudad. Él es el gran impulsor del Renacimiento. No solo innovó en arquitectura. A él le debemos también el uso de la perspectiva lineal que aplicó Massacchio en su famosa Trinidad. De hecho, si nos fijamos bien en la pintura que se encuentra en santa Maria Novella, la arquitectura representada es la de Brunelleschi y, lo más sorprendente, el Cristo es una copia en pintura del que esculpió antes de convertirse en arquitecto y que se pude ver en una de las capillas de la misma iglesia. Sin duda, Massacchio reconocía así la obra de la persona que le transmitió el conocimiento de la perspectiva lineal. Es emocionante descubrir todas estas conexiones. Otro personaje destacado para mí es Toscanelli, ahora muy desconocido, pero clave durante el primer Renacimiento. No solo fue el matemático que ayudó a Brunelleschi en sus cálculos. También fue astrónomo. Hizo anotaciones muy precisas sobre el cometa Halley casi dos siglos antes de que recibiera este nombre. También diseñó el mapa que supuestamente utilizó Colón para llegar a unas Indias que acabaron convirtiéndose en América.

¿Y un acontecimiento que te haya parecido más relevante del carácter de la ciudad?

Después de la II Guerra Mundial la ciudad impulsó una política de reconstrucción llamada Dov’era e com’era. Es decir, recuperaron lo perdido tal y como estaba antes de las bombas. Lo que demuestra la estima que los florentinos tienen por su pasado, por su patrimonio. Y esta característica todavía se respira. La mayoría de florentinos valora la riqueza de su ciudad, están orgullos de lo que tienen y de lo que son. En este sentido, son un ejemplo a seguir.

Me ha gustado la historia de la Primavera y ese afán de los florentinos de renacer sin perder el estilo.

Es un ejemplo de lo que comentaba antes. Tras la II Guerra Mundial, la figura que representa la Primavera del puente de Santa Trinita se pudo recuperar, como el resto de alegorías de las estaciones. Pero en su caso, apareció decapitada. Los florentinos empezaron a buscar la cabeza y no había manera de encontrarla. Se pensó que algún soldado se la habría llevado como trofeo de guerra. Incluso Spike Lee habla de ello en la película Milagro en Santa Ana. Hasta que dieciséis años después fue encontrada en el fondo del Arno, unos puentes más abajo. Fue tanta la alegría de la ciudad que antes de restaurar la estatua expusieron la cabeza en el palacio Vecchio para que todo el mundo pudiera contemplar el regreso completo de la Primavera a la ciudad.

¿Hay algo sobre Florencia que hayas descubierto durante el proceso de documentación y que te haya sorprendido ?

Florencia es una ciudad que no deja nunca de sorprender. Hay tantos ejemplos… Por ejemplo, conocer el lugar donde Boccaccio, el primer gran fan de Dante, empezó a hacer las célebres lecturas de la Comedia que él mismo calificó de ‘divina’. O cómo se perdió la tumba de Brunelleschi en el interior de la catedral, hasta que apareció casualmente hace pocas décadas. O cómo la última Medici, Ana María Luisa, donó todo el patrimonio de la familia a la ciudad y gracias a ello hoy existe la Galería de los Uffizi. O la historia de la única mujer que combatió junto a Garibaldi, eso sí, travestida como un hombre…

Aunque aún sea pronto, ¿hay algún otro proyecto en marcha? ¿Habrá más ciudades con sus personajes?

Hay algunos lectores que me han sugerido seguir con más personajes de Florencia. Aunque hablo en algún momento de ellos, se han quedado fuera nombres tan relevantes como Cosme el Viejo de Medici o Maquiavelo. Pero dudo que lo haga. Lo que no descarto es sumergirme en alguna otra ciudad como he hecho con Florencia. Pero para ello, tiene que surgir una conexión que lo haga posible.