Juan Álvarez: «Creo que los propios personajes son los que te van dando pie a lo que les sucede»


Después de presentarnos su primera novela, La Sonrisa de la Huída, Juan Álvarez López nos visita de nuevo para hablarnos de su trabajo más reciente: Piedra, Papel y Zobeira.

Tu nueva novela se titula Piedra, Papel y Zobeira, ¿cómo surgió la idea?

Surge de forma natural. Lo cierto es que no me planteé el título antes de empezar a escribir. Con el anterior sucedió lo mismo. Siempre lo llamo al principio como «Nuevo» o «Nuevo libro», y es el propio libro el que demanda su nombre, creo. Recuerdo un día, cuando llevaba ya escrita tres cuartas partes de la novela, ponerme a fantasear con posibles nombres, y sí… alguno sonaba bien, pero creo que cuando le puse Zobeira a uno de los tres pueblos ficticios que a lo largo de la historia surgen (Berjal, Serea de Abaixo y Zobeira), lo tuve claro: sonaba bien, y además se trataba del punto de unión de la trama.

¿Qué evolución se ha producido entre tu anterior trabajo, La Sonrisa de la Huida y esta nueva historia?

PORTADA (6)

Creo que existe una lógica evolución. Tal vez esta vez haya disfrutado más de su desarrollo. He ralentizado su proceso de creación. La otra, la escribí en un tiempo record. Siempre digo que la creé de pie. Esta vez me lo he tomado con más calma, dejando respirar a la imaginación. Aunque de nuevo, ha sido la propia novela la que ha ido indicando el trayecto que debía tomar. Era ella la que me instaba a frenar o acelerar según avanzaba. Todo y eso, ha sido más divertido crearla, ya que otra vez partía de cero; con un personaje, su nombre y poco más. Bueno, los escenarios los tenía claros, por lo menos el del Campo de Calatrava y las Terras de Trives. Yo, sinceramente, creo que está más cargada de contenido, pero sin pretender ser pesada. En lo liviano de su contenido creo que radica parte de su encanto.

¿Qué tiene Félix, el protagonista, de su autor?

Aunque sea un personaje ficticio, al igual que todos los que en el libro aparecen, siempre hay aspectos que se filtran. Quizá haya vuelto a sacar algo de mí en las reflexiones que Félix se plantea en soledad. En eso puede existir cierta similitud con el protagonista de La sonrisa de la huida, aunque Félix casi le doble la edad a Iván. Pero sí, tal vez se asemeja en los soliloquios que depara consigo mismo, con sus recuerdos triturados en metafóricos pensamientos. Y por descontado, ese factor humano de renunciar a la altivez de aparentar; encontrándose más cómodo en la sencillez de un existir humilde y sin lujos que le sobran.

Los escenarios donde transcurre la acción son muy variados.

Bueno, los escenarios los tenía claros, por lo menos el del Campo de Calatrava y las Terras de Trives. El de Newark, sí soy sincero, nace al principio. De repente, a las dos o tres páginas me vino el estado de New Jersey por una razón bien obvia, pues el protagonista debe luchar por ese sueño de figurar en la nueva banda de Bruce Springsteen, puesto que el Boss había prescindido de la E Street Band para las sesiones de los discos Human touch y Lucky town, y eso me llevó a elegir Newark. El Campo de Calatrava, por sentirme más próximo al paisaje que me rodea, ya que vivo en una localidad (Calzada de Calatrava) que se encuentra ahí. En cuanto a la zona de Trives, lo tenía muy claro. Fue lo primero que tuve en mente, ya no digo al empezar la novela, sino justo cuando acabé la anterior. Ofrece paisajes espectaculares. Es la oportunidad de echar mano de todo ello sin titubeo alguno. Y como fuente de inspiración es un marco incomparable para sentarse con la inspiración a contemplar el entorno.

¿Es también un homenaje a Terras de Trives? Dices que es el paraíso terrenal.

Conozco la zona, y me siento como pez en el agua por esos parajes. Cuando tienes la suerte de haber pasado las vacaciones de tu infancia, juventud y… ¿madurez? por decir algo je, je… en la que para mí es la zona más bonita y con más encantos que he visto; pues lo considero todo un lujo. Para un niño de Barcelona, pasar en un día de estar en plena Sagrada Familia, a irte al otro con las vacas de unos vecinos al monte, o llevar y traer al burro de pacer durante dos meses, claramente te marca. Siempre digo que mi ciudad es Barcelona, pero que mi pueblo es una aldea muy pequeña al lado justo de A Pobra de Trives que se llama Pena Folenche, y que tiene una piedra gigantesca que emerge dentro del pueblo. De ahí viene lo de «Piedra» en el título. No se trata de vivir aquí o allí, sino de lo que sientas. Y con Piedra, papel y Zobeira, aproveché la oportunidad de echar mano de todo ello.

Hay incluso referencias históricas en la novela.

Sí. Aunque no se trata de una novela histórica, por así decirlo. Pero evidentemente existen referencias para las que me tuve que documentar. Tampoco quise abusar mucho de ese aspecto, pero me atraía bastante, ya que he recorrido esos puntos por los que estuvieron los romanos en un montón de paseos, y siempre me imaginaba a esa civilización por allí. Me resultaba algo muy atractivo como para dejarlo pasar. Me documenté un poco más de lo que ya sabía, y me di cuenta que desconocía muchos aspectos, lo cual fue un gustazo, pues pude descubrir hechos que me han resultado muy interesantes. Tener a unos pocos minutos una vía romana como es la que unía Asturica Augusta (Astorga) con Bracara Augusta(Braga-Portugal), o estar en lo que fue el antiguo poblamiento prerromano de Nemetobriga, me sigue pareciendo un lujo, la verdad.

¿Crees que es tu trabajo más logrado hasta la fecha?

Uf, pues sinceramente, me resulta difícil afirmar que sí. Primero porque no soy de analizar lo que escribo mucho. Bastante trabajo me ha costado leerme. Y confieso que lo paso fatal cuando tengo que repasar algo. Pero sin que parezca para nada pretencioso, creo ha sido un paso adelante a la hora de crear algo. No he estado presionado a la hora de hacer el libro, porque lo he hecho con los retrovisores tapados. Pero sí, no sé si lo más logrado, pero Piedra, papel y Zobeira es algo muy importante dentro del conjunto de lo que he escrito, de eso no tengo duda.

Aunque es un poco pronto, ¿hay alguna nueva historia rondando?

Sí, y ya he comenzado. Al igual que la otra vez, justo en el momento que salió al mercado La sonrisa de la huida, empecé a esbozar esta última, que a la postre ha sido Piedra, papel y Zobeira. Tengo el esqueleto mental de los personajes principales en la mente, y también el punto sobre el que va a girar, y lo estoy empezando a plasmar. Supongo que todo irá tomando forma según vaya avanzando. A lo mejor suena muy…de aquella manera, pero creo que los propios personajes son los que te van dando pie a lo que les sucede. Creas unos «Frankesteineres» ficticios, y son ellos los que a cada pulsación te van dando señales de vida o no. Espero que vuelva a suceder, ya que para mí ese aspecto no se trata de inspiración, sino que lo califico como magia casual. Aparece y la atrapas. Aunque está claro que si no te pones a darle a la cabeza y a teclear, no se crea nada; ni bueno, ni malo.

Para finalizar, al igual que ocurrió en la anterior entrevista, quería agradecer y alabar la labor que lleváis a cabo difundiendo la cultura. Muchas gracias.

Gracias a ti.