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Nuria Rivera es una autora de novela romántica que nos presenta su obra Las razones del corazón, ambientaba en la convulsa Barcelona de 1893.

Tanto en tu última novela, Las razones del corazón, como en la anterior, Esa locura llamada amor, sitúas la trama en la Barcelona de finales del XIX. ¿Qué te atrae de esta época?

Elegí esta época porque es un momento muy convulso de la ciudad y me fascinaba la Exposición Universal de 1888. Después, como dato histórico, en 1893 es el atentado con bomba en el Liceo. Ese es mi enmarque histórico de la novela y en esa época pasaron muchísimas cosas.

También en las dos novelas la protagonista femenina es una mujer que intenta realizarse y abrirse camino profesionalmente. En el caso de Las razones del corazón se trata de una doctora que tiene que marcharse de España para realizar su sueño.

Me basé además en un personaje histórico real, en Dolors Aleu, y yo tuve una amiga que me dijo: «escribe sobre una mujer médico». Así que me documenté y cuando encontré a Dolors Aleu, que fue una de las primeras mujeres en licenciarse en aquella época, me dije: «¡qué filón!». A mí me gusta empoderar a la mujer y, aunque fuera de la burguesía, en aquella época las mujeres ya hacían por ser independientes y tener su propio destino. En general lo único que les esperaba era el matrimonio y cuidar de la familia, pero también las había trabajadoras y mis personajes son de estos.

La medicina está presente en los dos libros, tú eres psicóloga, ¿ha sido por eso?

Sí, me he basado en la medicina. En el primer libro, Esa locura llamada amor, el protagonista masculino es un médico que quiere dedicarse a las enfermedades mentales. Quería hablar más de Freud, pero no podía porque por la época no cuadraba. Freud ya estaba haciendo sus primeros estudios psicoanalíticos sobre la histeria y la neurosis y así que al menos lo nombro. En el segundo libro, Las razones del corazón, hago médico a la protagonista femenina. En aquella época las mujeres solo podían tratar a mujeres, no podían ver a hombres, y por eso se dedica a la ginecología y a la pediatría. Utilizo la medicina porque no podía colar todavía a un psicóloga. Podía colocar a un psiquiatra, pero a una psicóloga todavía no, entonces por ahí he sublimado algo.

Empezaste escribiendo novela romántica contemporánea, ¿te volveremos a ver es esta época?

La verdad es que no lo sé. Empecé con la novela histórica como un reto con Esa locura llamada amor y quedé finalista en el premio Vergara, que es un premio de prestigio. Fue un subidón muy grande y ahí me he quedado. Me siento muy cómoda y he puesto distancia. En la novela contemporánea mí me gusta introducir un conflicto psicológico aparte de la trama romántica ―la editorial es de romántica― pero a mí me gusta poner un poco más de intriga y conflicto. En la novela contemporánea a veces me encontraba como si estuviera escribiendo un caso clínico. Así que me pasé a la histórica porque me gusta mucho y me gusta el siglo XIX. No digo que no vuelva a la contemporánea. Estoy escribiendo algo que no es contemporáneo del todo, pero por ahí va.

Fuiste una de las autoras que participó en la primera serie de novelas románticas de que realizó el sello Selecta (Penguin Random House), Minstrel Valley, ¿cómo fue la experiencia?

La verdad es que para mí fue maravillosa. Fue un momento en el que estábamos todas las autoras entusiasmadas porque era algo muy novedoso. Se llevó muy en secreto y no podíamos hablar con nadie para que no nos robaran la idea. Y esto que siempre dicen que entre los escritores y las escritoras hay mucha rivalidad, a nosotras nos fortaleció mucho porque era algo muy nuevo, una oportunidad muy grande. Nos hemos hecho muy amigas. Tan bien nos fue que han salido otras series. No hemos participado las catorce autoras que lo hicimos en la serie original de Minstrel Valley, pero bueno, ya hay veinticinco novelas.

Ya que lo dices, de hecho fue tan bien que te decidiste a escribir tu propia serie…

Sí, mi propia serie porque yo quería hacer algo al estilo de los Bridgerton y me salió los Irresistibles Trevelyan. Es una serie de Regencia basada en una familia de primos que son todos estupendísimos y cada uno con sus cosas peculiares y sus conflictos.